No fue una buena noche para la selección de España la del pasado lunes. De principio a fin. Más allá de la dura derrota frente a Inglaterra (2-3), se vivió una polémica situación en los prolegómenos del encuentro de la Liga de las Naciones en el Benito Villamarín de Sevilla, cuando gran parte de los aficionados españoles pitaron el himno inglés.

Hubo quien interpretó que el abucheo era el castigo a los incidentes desatados en las horas previas al encuentro por los hooligans en las calles de la capital andaluza. Lo cierto es que los pitidos al God save the Queen podría costar a la federación española (RFEF) una advertencia, así como una multa económica por parte de la UEFA, que seguramente también le abrirá un expediente.

Esta no es la primera vez que la grada española no respeta el himno de su rival: ya sucedió en 2009, en un encuentro ante Turquía en el Santiago Bernabeu; frente a Irlanda, en la Eurocopa 2012, en un partido jugado en Gdansk (Polonia); y contra Francia en el Vicente Calderón, también en 2012, en el cual La Marsellesa fue pitada intensamente.

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, escribió un tuit ayer pidiendo disculpas por los hechos. «Lo himnos nacionales representan los más nobles y profundos sentimientos de muchas personas. Siempre deberán ser respetados. Tenemos que disculpar a los ingleses y hacer que lo que pasó no suceda nunca más», indicó.

Sin embargo, el delegado de la UEFA presente en el Benito Villamarín no menciona nada al respecto en el informe que los representantes del máximo organismo del fútbol europeo redactan tras cada partido, por lo que ahora es la federación inglesa (FA) la que tiene de tiempo, hasta pasado mañana, para presentar un escrito que supondría la apertura de un expediente a la RFEF.

En el peor de los casos, si los aficionados españoles son reincidente, la UEFA podría llegar a clausurar parte de la grada del estadio en el que pudiera jugar alguno de sus futuros partidos.