El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) ganó ayer la pole position para la carrera del Gran Premio de Abu Dhabi (14:00 horas, MoviStar+F1), con su compañero y rival, el alemán Rosberg, segundo, un lugar que le haría campeón mundial hoy mismo.

Todas las opciones de Hamilton, siempre que a Rosberg no le ocurra ningún incidente inesperado, pasan por ganar la carrera en el Yas Marina, y para ello es fundamental salir del primer lugar de la parrilla en el atardecer del circuito emiratí. Y el británico cumplió con su duodécima pole del curso, la 61 de su carrera.

Pero no solo cumplió el de Stevenage, sino que lo hizo avasallando, liderando sin discusión las dos primeras tandas de clasificación y mejorando sus tiempos a cada momento del sábado.

Pese a que los cálculos de Hamilton para ganar el campeonato son realmente complicados, ya que necesita ganar y que su compañero sea como máximo cuarto en la carrera, al británico se le ve sonriente, descargado de responsabilidad, optimista y sabedor de que lo único que puede hacer es dar el máximo, ya que el resto no depende de él.

Esta tarde, en el circuito de Abu Dhabi, Hamilton y Rosberg se pelearán por el Mundial con sus dos Mercedes, en una lucha en la que el alemán tiene las de ganar si le acompaña la fiabilidad de su monoplaza.