1) El desgaste de sumar tres Champions consecutivas: Es la razón que ha esgrimido en su comparecencia pública Zidane. Ganar provoca exigencia y, después de los éxitos en la Champions, el entrenador francés siente que hace falta cambiar algo para que el Madrid siga aspirando a ganar, que con mantener todo igual no iba a ser suficiente, que su mensaje ya está demasiado usado. Pero el desgaste también puede tener que ver con él mismo, con la erosión que supone haberse erigido como el portavoz no oficial del club para todos los asuntos, nunca ha rehuido una polémica o una pregunta y siempre ha contestado con sentido de club, portando la carga de ser el que siempre ha dado la cara.

2) Los egos de la plantilla: Aunque consiguió involucrarlo hasta el final y que se convirtiera en el héroe de la final, nada más terminar el partido en Kiev, Gareth Bale ya dijo que quería jugar más minutos y que los buscaría fuera del Madrid si era necesario. El galés fue el primero en desmarcarse del discurso y mostrarse insatisfecho con las decisiones de Zidane, “esperaba ser titular, estoy muy decepcionado”, dijo.

Pero puede que el británico no sea el único descontento. Como él, Benzema y Ronaldo no están dispuestos a perder su puesto de privilegio dentro del equipo, mientras que los jóvenes llegan apretando por detrás. Un jugador como Lucas Vázquez, que no hizo declaraciones polémicas tras ganar la Champions, no debió terminar satisfecho tras no poder jugar en la final. O Marco Asensio, que cada vez pide más protagonismo, algo más que los cinco minutos que jugó en Kiev. Hay que tomar decisiones importantes y, a lo mejor, Zidane no quería tomarlas, o, quizá, tiene diferencias con la dirección deportiva.

3) Una afición que le hizo pasar malos tragos: Los máximos elogios de Zidane en su despedida han sido para la grada del Bernabéu. Pero el francés también ha insistido en los malos momentos de esta temporada, en la mala actuación en Liga y en la eliminación en Copa ante el Leganés. El técnico ha reiterado que escuchó los pitos y que pasó momentos malos. Si hubiera caído en la Champions antes de la final, es probable que la mala temporada se lo hubiese llevado por delante. Ante esa perspectiva, y cuando ha visto tan de cerca el peligro de perder el favor de la gente, mejor irse en el éxito.

4) La ambición de ser seleccionador de Francia: Después de haber hecho historia con el Real Madrid en la Champions, nuevas motivaciones pueden mover al técnico. Aunque ha asegurado que la temporada que viene no va a entrenar a ningún club, en su despedida del Madrid también ha insistido en que no está cansado de entrenar y que quiere seguir. La selección francesa, que acude al Mundial como una de las favoritas con el proyecto Deschamps, puede ser el destino de Zidane tras la cita de Rusia.