Podría sonar a tópico, pero no. La Regional Preferente 2019/2020 es la más competitiva de los últimos años. No es un calificativo baladí. Entre algunos de los factores que explican la situación está el hecho de que ningún equipo del grupo I ascendió el curso pasado. Pero no es el único. Equipos que anhelaban luchar por subir el año pasado y que se quedaron por el camino, vuelven a estar en la terna, lo cual se une a la creación de nuevos proyectos que anhelan ser grandes en la máxima categoría provincial.

Onda y Burriana, conjuntos que disputaron los play-off de ascenso a Tercera el curso pasado, no quieren perder comba y aspiran a volver a estar en la promoción. Los rojiblancos han potenciado una plantilla que ya era majestuosa con los goles de Megina, llegan los de Dídac, la velocidad de Jesús López o el seguro de Álvaro Gómez. Por otro lado, se mantienen pilares como el guardameta Carlos Sabater; los defensas Guille Vázquez y Omar; o los centrocampistas Juancho Sastre, Ripo o el mediapunta Ricardo Penella.

Por su parte, la entidad celeste vive cambios con la marcha de la junta directiva. Este suceso provocó que el pasado verano salieran el cuerpo técnico y gran parte de los jugadores que estaban renovados. En el San Fernando presentan un proyecto con más gente de la casa, pero no exento de calidad u oficio: la incorporación más destacada es la del goleador Iván Fandos.

A regresar a la promoción

Por otro lado, la UDE, que se quedó con la miel en los labios hace un par de temporadas, cuando claudicó de forma dramática en Atzeneta d’Albaida, apuesta muy fuerte por volver a pugnar por el ascenso. Los valleros mantienen la base aunque la refuerzan con la llegada de jugadores importantes, como el defensa Lalo; el centrocampista Santolaya y los delanteros Koke y Vargas; así como el retorno al club de los experimentados Carlos Martín o Héctor Zaragoza.

Si en la Vall d’Uixó tienen ganas de reverdecer laureles, en Almassora también. La entidad que preside Víctor Herrero, Pulga, posee este curso menos nombres, pero más bloque. En el Pesudo siguen hombres fuertes como el meta Rubén Jiménez, el eterno capitán Roberto o el ariete Enric Martínez, gente que se complementará con la llegada de jóvenes como Sati o prometedores jugadores con minutos en la categoría. Un ejemplo de ello son Pablo Llorens o Fran Martínez.

Pero esto año a los clásicos de siempre hay que aumentar la nómina con los ambiciosos proyectos del Benicarló y el Soneja. Los del Baix Maestrat han apostado por el prometedor Ramón Llopis en el banquillo, y con él han llegado Collado y Gio desde el Burriana o también uno de los máximos artilleros, Lorite. El guardameta Portigliatti o Elian también complementarán la base de años atrás, formada por Seva, Monti, Pitu o Guillem. El objetivo cadufero pasará por estar arriba en la clasificación hasta el final y no bajarse del tren de cabeza en lo albores de la segunda vuelta.

Por su parte, el club del Alto Palancia ha confeccionado una plantilla de campanillas para encadenar el segundo ascenso consecutivo, en su debut en Preferente. Jugadores como Fabiani, Erik Franco, Peralta, Sanfeliu o Boné, más la base del ascenso, por encima de la media de Primera Regional, son ingredientes suficientes para soñar como para soñar a lo grande.

No hay rival fácil

Pero la clase media de la Preferente también ha potenciado sus plantilla. El Castellón B ha dado un importante salto de calidad con jóvenes talentos. El San Pedro mejora sus prestaciones con una mezcla de juventud y veteranía. El Alqueries suma mucho oficio tras sufrir por eludir el descenso el curso pasado. Y l’Alcora y Cabanes presentan escuadras con mayor calidad técnica y mantendrán la brega que les caracteriza.

Además, el Puzol, actual campeón del grupo I, querrá volver a repetir promoción. Y Nules y Almenara, sensaciones en los últimos ejercicios, incluso el recién ascendido Alcalà, no renuncian a dar la sorpresa.