Cada vez me quedan menos calificativos para resumir el inicio de temporada de Roberto Bautista. Excelente, brillante, espectacular, grandioso, espléndido, magnífico... Todos ellos resumen a la perfección lo que está haciendo en estas primeras semanas del 2016 el número uno provincial, que ha sido capaz de conquistar dos torneos ATP y llegar a los octavos de final en el primer Grand Slam de la temporada, el Open de Australia.

La victoria de este fin de semana en Sofía no ha hecho más que dejar constancia de que el título de hace tres semanas en Auckland no fue una casualidad. Porque Bautista está en plenitud de condiciones y lo está demostrando en cada partido. En Bulgaria no ha perdido ningún set en los tres partidos que ha jugado y cuando salta a la pista lo hace pensando en comerse al rival.

Ya hace tiempo que su mentalidad ha cambiado, que se siente más seguro cuando comienza un partido y que no baja los brazos como le podía pasar en sus inicios como profesional. Ahora supera las dificultades como los grandes campeones y él ya ha demostrado que lo es. Y mucha culpa de ello la tiene su entrenador, Pepe Vendrell, y el resto del equipo de trabajo.

Con cuatro títulos ATP en el bolsillo, todos ellos 250, el siguiente objetivo deberá ser conquistar un 500. Y a nivel de ránking, situarse en el top-10. Por lo que se ha podido ver en este arranque de temporada es muy factible que lo pueda conseguir este mismo año. Hoy será el 17 de la ATP, un puesto que si continúa así pronto dejará atrás. H