No está siendo un verano fácil para mí. Para nada. Perdí a una de las mejores personas que he conocido, mi amigo Ricardo Llago. Ayer recibí la noticia del fallecimiento de José Mezquita, uno de los socios más activos de Celtic Submarí, una de mis debilidades por lo que esa peña escenifica en cuanto a valores. Y me daría igual que fuera del Villarreal o del Badajoz, por decir un club al azar. La vida nos da esos golpes y debemos ser fuertes. Y de lo que concierne al Villarreal, ¿qué les voy a decir yo?

El miércoles, el Villarreal se la juega contra el Mónaco. Pero ya estoy harto de contarles que es un partido vital. Debemos disfrutar del premio de jugar una previa de la Champions. Siento la marcha de Marcelino, como que se sea injusto con Escribá o no se respete el dolor del presidente o de su consejero delegado por tomar una decisión tan drástica. Pero en la vida hay que tomar decisiones y acertar en el mayor número de ellas. Lo fácil es que me siente aquí y discrepe con gratuidad del nuevo entrenador o del fichaje de Santos Borré. No le conozco, pero soy un lerdo y tampoco conocía a Gabriel o a Bailly. Tampoco a Pellegrini, y no me gustaba el fichaje de Marcelino. Sí, se lo cuento así porque no me importa que me digan que no tengo ni idea porque para eso están los profesionales del club o gente como Llago. Solo cuento sensaciones y, a veces, muy mal. Sí, tenemos presión, porque no entiendo la vida sin pelear a tope por intentar hacer bien mi trabajo, aunque tenga que dormir menos para ello. ¿Y el Mónaco? ¿No debe tener presión con un presupuesto millonario? ¿Qué darían en Bilbao, San Sebastián, Vigo, Sevilla (Betis), Valencia... por jugar contra el Mónaco? Este proyecto no está diseñado para el miércoles, sino para evaluarlo en junio. Vayan al campo a disfrutar. Bendita presión. H