Las dos principales federaciones deportivas de la Comunitat Valenciana, la de fútbol (FFCV) y la de baloncesto (FBCV), rechazan la intención de la Conselleria de Sanitat de aplazar las competiciones deportivas de alevines hacia abajo hasta el 1 de enero del 2021. Así lo han hecho constar a los clubs a los que representan, sobre todo, a sabiendas de que cerca de 35.000 niños y niñas se quedarían sin poder jugar estos meses en el fútbol y unos 9.000 en baloncesto.

«La FFCV se ha mostrado siempre partidaria de arrancar las competiciones en todas las categorías del fútbol y fútbol sala, como así está contemplado de manera escalonada desde el 18 de octubre hasta mediados de noviembre, y así se lo ha transmitido a la Generalitat Valenciana», explican desde la organización autonómica, desde donde se recuerda que han sido pioneros «en presentar un protocolo sanitario para la disputa de partidos amistosos en el ámbito de la Comunitat Valenciana».

De hecho, argumentan desde la FFCV que «desde agosto hasta la fecha se han celebrado miles de partidos amistosos de fútbol 11, fútbol 8 y fútbol sala, bajo la supervisión de la FFCV, sin ningún problema sanitario grave» e instan a las Consellerias de Sanitat y de Deportes, respectivamente, a replantear la situación y evitar que se cancelen las competiciones para los menores de 12 años hasta comienzos del año que viene.

Por su parte, desde la FBCV muestran «su absoluto rechazo» a la propuesta de restringir la práctica deportiva para los niños y niñas menores de 12 años ya que consideran, en primer lugar, que «la situación sanitaria en la Comunitat es buena y otras muchas actividades se siguen realizando sin ningún impedimento».

Además, desde el organismo que representa al baloncesto a nivel autonómico se insiste en que «el deporte es salud. Restringir su práctica conllevará consecuencias físicas y emocionales a todos los niños y niñas que ya se vieron obligados a parar durante el confinamiento» y van más allá a la hora de apuntar que «el deporte está desarrollándose sin incidentes desde el pasado 26 de junio, respetando rigurosamente todas las normas establecidas. No tendría sentido penalizar a quien lo está haciendo bien, y las estadísticas lo demuestran».

«El impacto económico de la paralización de las competiciones sería considerable, tanto en su vertiente laboral como para el sector servicios», concluyen desde la FBCV.

También desde la FFCV se apuesta por «la libertad de hacer deporte como alternativa al ocio sedentario y como ejemplo de normalidad y convivencia responsable, siempre cumpliendo con los protocolos y medidas indicadas por las autoridades».

Ambas federaciones argumentan que tienen establecidos los correspondientes protocolos sanitarios y que los están siguiendo al pie de la letra para evitar los contagios del covid-19.