El Villarreal vivirá como espectador el inicio de la batalla de la jornada 34 en la zona baja que hoy se abre con una cita dramática en Pucela. No se ha encontrado el Girona en una situación tan límite como la de hoy en Valladolid. La derrota del pasado sábado en Vigo (2-1), añadida a las anteriores contra el Villarreal (0-1) y el Espanyol (1-2), han cargado de dramatismo el duelo del Nuevo Zorrilla. Allí le espera el Valladolid. Otro equipo que está hecho un manojo de nervios, que no gana en casa desde enero y que solo ha sumado tres puntos de los últimos 18 en casa. El Girona está obligado a pescar como sea en una ciudad y contra un rival donde peores estadísticas tiene: ocho visitas en partidos oficiales (seis de liga y dos de copa) y el balance es de cero victorias, un triste empate (0-0, la temporada 2015/2016) y siete derrotas.

«¿La última oportunidad? Solo sé que es un partido muy y muy importante. Aunque quedarán muchos puntos, lo que pase hoy puede ser determinante». Son las palabras de Eusebio Sacristán, el técnico del Girona, nacido hace 55 años en la Seca (Valladolid) y exjugador del Valladolid, donde acumuló nueve años en Primera División (al inicio de su carrera 1983-87 y al final, 1997-2002).

EL DILEMA DE EUSEBIO / «En Valladolid tengo familia, amigos y mucha gente que quiere mucho al Valladolid y también a mí. Estoy tratando de abstraerme de todo eso porque es una situación difícil. Los dos clubs vivimos unos momentos que no desearíamos. Mi obligación es centrarme al 100% en el partido dejando a un lado los sentimientos. Solo pienso en mi equipo y en mis jugadores. Es mi obligación y lo que me pide el cuerpo», indica. Otro quebradero de cabeza para Eusebio es el sistema y la posible vuelta a la defensa de tres centrales.

ÚLTIMA OPORTUNIDAD / Lejos de Valladolid, en Huesca (19.30 horas, beIN LaLiga), los locales apurarán sus últimas opciones de encarar la recta final de Liga con vida. Será ante el Eibar, que con ocho puntos de ventaja sobre la zona de descenso no quiere contratiempos inesperados de última hora. «Lo tenemos claro; solo nos vale la victoria», admitía Francisco, el entrenador del conjunto aragonés.