El Morella afronta la nueva temporada 2019/20 en un contexto claramente continuista en todos los estamentos de la entidad. En la presidencia continúa Rafael Ripollés Mestre, quien lleva como principal miembro de la cúpula directiva desde hace prácticamente dos décadas. Entre los compañeros de viaje que seguirán al lado del veterano presidente están hombres fuertes como Jesús Ferrer o Hugo Adell.

Si no hay cambios en la directiva, tampoco los hay en el banquillo. Toni Mallén, un técnico que se crió en los banquillos del fútbol base de las Islas Baleares, ha volcado todo lo aprendido allí en el fútbol provincial. Primero dirigió al Villafranca y al Cinctorrà y ahora entrena al Morella por tercera campaña consecutiva. Con Mallén en el banquillo, el equipo azulgrana cerró la pasada temporada en un cómodo noveno puesto en la tabla clasificatoria.

Respecto a la plantilla, ésta tampoco refleja grandes cambios. De hecho, gran parte del equipo ya acumula muchos años jugando en la entidad morellana y, prácticamente, se conocen de memoria. La mayor parte del plantel está formado por futbolistas del propio municipio, algo que hace que los vecinos del municipio tengan la motivación de ver a su gente defendiendo la camiseta y el escudo de la población. Por otro lado, los pocos jugadores que no son de la propia Morella sí que viven en municipios colindantes o cercanos a la capital de Els Ports.

Solo dos fichajes // La dirección deportiva del club únicamente ha acometido la incorporación de dos futbolistas a su equipo, ambos del Cinctorrà, conjunto que el año pasado militaba en Segunda Regional y que en la presente campaña no saldrá a competir. Los jugadores en cuestión son el cancerbero Javi Gracia, que le hará la competencia a Dídac Bordas, y Alejandro Gisbert.

Con estos ingredientes, el objetivo del Morella pasa por competir y poner las cosas compicadas a cualquier rival. La zona alta de la clasificación todavía es un objetivo demasiado ambicioso para un club que tiene un importante hándicap respecto a otros equipos para incorporar jugadores, y es que la situación geográfica del municipio dificulta este apartado. Por otro lado, el Morella, que la pasada campaña terminó en novena posición, espera, si es posible, superar ese listón, para ello deberá hacerse fuerte en su campo, la Fábrica Giner. El estadio morellano siempre es un lugar complicado para sacar puntos, más si cabe en invierno. Otro objetivo será mejores resultados en sus encuentros a domicilio.