Pues va a ser que sí, que el francesito Fabio Quartararo (Yamaha), de 20 años, novato, rookie, de la máxima categoría de MotoGP, tendrá mañana (14.00 horas, DAZN) la oportunidad, perdón, la última oportunidad, de convertirse en el ganador más joven de la historia de un gran premio, galardón, premio, récord que, de momento, mantiene, como tantas otras marcas de precocidad, Marc Márquez (Honda), que ganó en Austin-2013 con 20 años 2 meses 2 días. El Diablo mañana tendrá 20 años 1 mes 25 días y, sí, liderará, por cuarta vez en su carrera deportiva, una parrilla de salida, la de MotoGP del GP de Catalunya, que congregará en Montmeló a más de 90.000 motards, seguro.

La entereza de un joven

Quartararo, que ya logró ayer arrebatarle el mejor crono en los entrenamientos al heptacampeón de Cervera (Lleida), ha vuelto a protagonizar unos entrenamientos tremendos a los mandos de su Yamaha Petronas, moto satélite, nada que ver con las pata negra de Maverick Viñales (tercero, a 0.2 segundos) y Valentino Rossi (quinto). El Diablo no se ha dejado intimidar en ningún momento y, pese a que esta mañana ha sufrido por fin! (y no lo digo con agrado sino con sorpresa) su primera caída de la temporada tras decenas de entrenamientos y seis grandes premios, ha estado siempre entre los tres primeros. Al final, el piloto revelación de esta campaña formará la primera línea con, cómo no, Márquez y Viñales.

Quartararo, que hace muy pocos días fue exitosamente operado en su brazo derecho del famoso síndrome compartimental que, tarde o temprano, acaba afectando a los pilotos (los músculos sufren cosquilleo y hasta se duermen sin respuesta por el esfuerzo continuado al que están sometidos y deben ser liberados), está siendo mimado por el doctor Xavier Mir, que considera una auténtica gesta lo que está haciendo el francés. Hoy ha ido todo muy bien y lo que me he tomado para no tener dolor o retrasarlo ha funcionadoseis vueltas. Mañana, la carrera es a 24 vueltas y ahí ya no sé qué puede pasar pero, bueno, soy el hombre más feliz de la tierra, contó el Diablo en el festuvo corralito de Montmeló.

Márquez estaba muy contento porque en un circuito que no se adapta demasiado a mi estilo y a nuestra moto, seguimos en primera fila (en efecto, lleva siete carreras y siete primeras filas) y, además, arrancamos por delante de las dos Ducati, que son las más peligrosas de cara al título. El líder de Honda está convencido de que hoy podía haber hecho la pole. Bueno, en realidad, en la última vuelta, cuando he llegado a la curva 4, llevaba 0.3 segundos de ventaja al crono de Fabio, pero se me ha escapado un pie y he vuelto a protagonizar una de esas salvadas que, luego, repiten en la tele y he perdido la ocasión. Pese a todo, insisto, en un circuito donde nos toca sufrir, volvemos a salir en primer fila.

Por detrás de Quartararo-Márquez-Viñales, habrá una segunda fila integrado por dos Yamaha (hay cuatro entre las cinco primera plazas), las de Franco Morbidelli y Valentino Rossi, y la Desmosedici de Andrea Dovizioso, que tendrá que estar atento a la salida para no perder la cabeza de carrera. Y, en tercera fila, arrancarán Danilo Petrucci (Ducati), ganador hace quince días en Mugello (Italia), Àlex Rins (Suzuki), que se ha caído cuando peleaba por la pole y podía, sí, sí, conquistarla y el aguerrido Cal Crutchlow (Honda), que también se cayó por la mañana.