Todavía no se han apagado los ecos de la importantísima victoria del Villarreal en la Europa League, en la que defenderá un valioso 1-0 en Nápoles la próxima semana para acceder a los octavos de final del torneo, y los de Marcelino ya se encuentran a las puertas de otro de los encuentros destacados de la temporada. Después de ganar al Real Madrid en el Madrigal, de llevarse los tres puntos en el derbi autonómico ante el Valencia --ambas citas en la recta final del 2015-- o de superar un duro examen como siempre es la visita a La Catedral, el Submarino puede dar más lustre a su actual situación --en zona Champions con un cómodo colchón de ocho puntos-- en el Vicente Calderón y ante un rival que siempre magnifica un resultado positivo. El Villarreal llega como una moto a un Calderón que tiembla ante la posibilidad de que se repita la historia de la pasada campaña, lo que significaría algo así como una despedida casi definitiva al sueño del título de Liga.

El 0-1 de la pasada campaña aún se recuerda a orillas del Manzanares. Luciano Vietto ya no podrá dar otro duro golpe al equipo de su mentor, Simeone. Aquel tanto del delantero argentino en la 15ª jornada de la pasada temporada supuso un fuerte frenazo a las aspiraciones rojiblancas en la Liga, pero también un precontrato para su fichaje por la entidad madrileña. Tal es la repercusión actual de salir victorioso del Vicente Calderón, algo que la pasada campaña solo consiguieron el campeón de todo, el Barcelona de la Liga, la Copa del Rey y la Champions, y el Submarino de Marcelino.

SIMEONE, EN ALERTA // En esta ocasión el Villarreal llega incluso mejor que la pasada temporada para intentar dar otra campanada en el Calderón, una posibilidad que teme Simeone hasta el punto de que el pasado miércoles se vio obligado a improvisar una reunión en la Ciudad Deportiva de Majadahonda para insistir a sus jugadores del peligro de los groguets, que los rojiblancos ya experimentaron en los primeros compases de esta Liga con la derrota en el Madrigal, provocada, curiosamente, por un jugador de su propiedad, Leo Baptistao. Los temores del Cholo están justificados. Además del excelente momento de su rival, la cercanía de citas tan importantes como la primera eliminatoria de la Champions y, sobre todo, el derbi ante el Real Madrid --en la semana posterior a la cita ante el Villarreal-- puede despistar en cierta medida a los colchoneros.

Aunque Simeone motive a los suyos al 100%, quizá aludiendo al deseo de venganza ante un Villarreal que le ha ganado sus dos últimos enfrentamientos, el Atlético deberá sufrir mañana. La solidez de los de Marcelino se basa en datos tan objetivos como los 11 encuentros consecutivos de Liga saldados sin derrotas o sus últimos cuatro partidos oficiales con la portería a cero. La racha incluye cuatro partidos a domicilio en los que el Submarino ha salido indemne consecutivamente de Anoeta (0-2), Riazor (1-2), Cornellà (2-2) y San Mamés (0-0). H