El Castellón nunca lo ha tenido fácil. Tampoco para abandonar esta categoría ponzoñosa después de cinco años, en los que ya saben todo lo que ha pasado. El regreso a Segunda B estaba encarrilado en el minuto 18, con el 2-0, pero la reacción del Gavà (2-2) le obligará a vencer, el próximo domingo (18.30 horas), en La Bòbila. Castalia, que casi se llena (14.000 espectadores), despidió a los suyos con aplausos y cantando el sí se puede.

Castellón y Gavà plantearon un arranque de partido como dos púgiles que buscan el KO inmediato. Los albinegros enviaron a la lona a su oponente con esos dos goles de Meseguer y Fabiani en los minuto 15 y 18, pero el cuadro catalán, con la misma rapidez y eficacia que su oponente, se la devolvió con los tantos de Boris (m. 27) y David Jiménez (m. 31). Dos acciones mal defendidas por los orelluts que, con la guardia bajada, permitieron los dos impactos por donde menos debería recibirlos, por el centro.

Niko Kata lo probó a los 180 segundos, desencorchando un encuentro que se esperaba más de contención. Fabiani y Ebwelle replicaron sacando lustre a los guantes de Eric Alcaraz, pero el Gavà, lejos de impresionarse, buscaba con insistencia y criterio a Campos. Hasta que llegaron esos instantes mágicos, con Meseguer revolviéndose al cuarto de hora en el área pequeña para hacer el 1-0 y, acto seguido, habilitar a Fabiani en el 2-0. En medio del frenesí, ya hubo quien pedía la hora. No era para menos.

DÍA Y NOCHE // Esta vez, el Gavà hizo saltar por los aires el engranaje defensivo de un equipo que, en 11 encuentros, solo había recibido cinco goles. Un primer despiste permitió el remate, junto al poste, de Boris. Menos disculpa tiene el 2-2: balonazo desde 60 metros y la diagonal de David Jiménez, al corazón del área, supuso una puñalada al corazón del orellut. Del 0-0 al 2-0 y, de ahí, al 2-2, en poco más de media hora.

Los dos rivales siguieron fajándose en el cuerpo a cuerpo, aunque sin dar golpes más certeros en lo que quedaba del primer acto, que ora mascaba el 3-2, ora presentía el 2-3. Juanfran y Fabiani rozaron la opción de volver a poner por delante a los locales, pero los autores de los dos tantos azulgrana también pudieron completar la remontada.

El paso por el vestuario rebajó considerablemente las pulsaciones del partido. Ahora se jugaba bajo la ley que dictaba el Castellón, con esporádicas advertencias del Gavà, como el latigazo de Raíllo o el remate de Boris que no encontraron puerta. Los albinegros mascaban y mascaban; los catalanes mordían, afortunadamente sin hincar bien el diente.

Con todo lo que había sucedido en la primera mitad y lo poco que pasaba ahora, lo cual no era una buena noticia para un Castellón que entró en el terreno de la duda: ¿buscar descaradamente el 3-2, después de no haber creado peligro en todo el segundo acto? ¿O protegerse del 2-3? Los cambios de Ramírez trataron de acercarse al punto intermedio.

ARREÓN FINAL // Castalia tocó a rebato y, en la última acometida de los albinegros, el árbitro invalidó dos goles, uno a Jesús López (anulado de antemano por su posición antirreglamentaria), como luego otro a Antonio, por carga sobre el portero. Después de una notable parada a bocajarro de Eric Alcaraz a Meseguer, el murciano reclamó penalti. El vila-realense aún tuvo otro remate en el 95, en un epílogo trepidante pero infructuoso, que obligará al Castellón a vencer en La Bòbila. H