Javier Calleja volvió a tomar la palabra, ya con el bastón de mando que vuelve a poner en sus manos el Villarreal. El pasado viernes se anunció de forma oficial la continuidad del preparador madrileño con un contrato de dos años de duración, hasta el 30 de junio del 2021, una longevidad que, según apuntó Fernando Roig, confirma «la confianza total en el técnico». El presidente de la entidad amarilla acompañó a Calleja en el simbólico acto celebrado al mediodía de ayer en la Ciudad Deportiva, ya que, de facto, el técnico tenía el total respaldo de Roig y, por ende, de todo el club, nada más certificar, a una jornada del final de la pasada Liga, la permanencia en Primera.

«Siempre he sentido la confianza. Por eso estoy donde quiero y donde me siento feliz», empezó su alocución Calleja, que aunque con el 100% de los avales dentro de la entidad, sí que tendrá que convencer a buena parte de la afición amarilla de la conveniencia de su renovada continuidad. «Intentaré dar la vuelta a la situación y que la gente vuelva a creer en su técnico», sostiene un Calleja al que el complicado reto de salvar al Submarino le ha hecho «mejor entrenador y con más experiencia». Una experiencia que le hace valorar con la mayor de las cautelas todos los aspectos relacionados con el nuevo proyecto deportivo groguet.

CAMBIO DE IMAGEN / La principal meta de Calleja en esta su tercera etapa en el banquillo del primer equipo groguet —la primera se frustró en diciembre del pasado año y la segunda arrancó solo 50 días más tarde, a finales de enero de este 2019 con su restitución de forma sorpresiva— es conseguir volver a hacer del Villarreal un equipo fiable. «La pasada temporada fuimos una montaña rusa y debemos ser más regulares, mandar en los partidos, en el juego y en el marcador. No puede volver a ocurrirnos que los rivales siempre lleven la iniciativa», remarca el entrenador madrileño.

Sobre los mimbres sobre los que apoyará su deseo de hacer un Villarreal «más fiable y ganador», Calleja y la secretaría técnica se encuentran en pleno proceso de análisis. «Debemos reforzarnos y estamos buscando las mejores alternativas», señala el técnico, pero teniendo en cuenta el cambio de situación al quedar el equipo fuera de las competiciones continentales: «No estar en Europa cambia las cosas, el trabajo y el reparto de minutos. Así que debemos valorar la plantilla que hay y el número de jugadores que queremos. No es lo mismo jugar dos que tres competiciones», explica el míster.

LOS PRIMERO, LA SALVACIÓN / Sobre los objetivos a alcanzar en la temporada 2019/2020, Calleja y su presidente coinciden en lo primordial: «El objetivo prioritario es mantener la categoría y lograrlo lo antes posible». Después vienen las matizaciones. «Un club con las posibilidades que tiene este debe luchar por estar en Europa», sostiene Calleja. Fernando Roig también espera que el de la próxima campaña sea tan solo un pequeño paréntesis. Económicamente, quedarse fuera de los torneos UEFA «es un hándicap». «Debemos regresar en la posterior temporada», asume el presidente groguet, consciente de que las distancias entre los habituados a desenvolverse en la zona alta y el resto de aspirantes son cada vez más pequeñas con un reparto de derechos de TV cada vez más democrático: «Debemos gestionar cada vez más y mejor».

Y eso incluye a un entrenador al que Roig pide «trabajo, mucho trabajo», y a un entorno del que espera «máximo apoyo hacia el club y hacia el equipo» con la figura de Calleja al frente, el técnico al Roig recuperó en un momento crucial en una decisión que extiende al resto de la cúpula: «Aquí ganamos y perdemos todos».