La Policía Nacional detuvo ayer en Murcia al exjugador, empresario y agente de futbolistas Quique Pina, en una operación contra el blanqueo de capitales, presuntamente procedente de traspasos de jugadores y otras actuaciones irregulares, según informaron fuentes de la investigación, llevada a cabo por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía. Pina, que permanecía en dependencias policiales, fue propietario del Ciudad de Murcia, club con el que subió hasta Segunda División en el 2003, después de superar en la fase de ascenso al Castellón, una promoción en la que sobre la figura del ahora detenido planeó la sombra de las malas artes, una polémica que siempre le ha acompañado en su trayectoria. Con posterioridad, Pina fue presidente del Granada y, en el 2011, asumió la dirección deportiva del Cádiz.

De forma paralela, la Policía Nacional registró este miércoles las dependencias del club nazarí, tanto en las oficinas como en su ciudad deportiva, después de un decreto del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, según informó la propia entidad en un comunicado. A la misma hora, también producían registros similares tanto en las oficinas como en la ciudad deportiva del Cádiz, además de en Barcelona.