La transformación del CD Castellón ha ido a la par que la de Rafa Gálvez (Córdoba, 20 de mayo de 1993). Otro jugador que es totalmente nuevo, no solamente por su nueva ubicación. Reconoce que estuvo en la puerta de salida de Castalia este verano, pero se quedó, en principio para ser suplente, pero explotó al máximo sus oportunidades, primero en la Copa RFEF y también en la Copa del Rey, en un nuevo rol como central, para convertirse en uno de los inamovibles en las alineaciones de Óscar Cano.

--No sé cómo explica usted la metamorfosis del Castellón: en un año, de casi colista a líder...

--Son dos temporadas completamente distintas. El año pasado, el 90% de los jugadores éramos nuevos; no nos conocíamos y la adaptación se fue alargando. Se mantuvo la base, con fichajes del estilo del entrenador, construyendo una estructura mental y futbolística para hacer un gran vestuario, uno de los mejores que he conocido. Se ha dado con la tecla.

--En lo personal, Rafa Gálvez también es ‘otro’ distinto.

--Yo también hice autocrítica y llegué a la conclusión de que la temporada pasada no estuve ni al 50% de mi mejor nivel.

--¿Es cierto que estuvo cerca de no continuar en el Castellón?

--Hubo ofertas, un par de España pero también del extranjero. Las escuché, pero me sentía muy a gusto en la ciudad y en el club. También tenía contrato, mi hijo es muy pequeño y no quería alejarme de él... Y, además, no quería marcharme con la espinita clavada de que la gente del Castellón no me hubiese visto dando mi mejor nivel.

--En su caso, ha cambiado hasta su demarcación. ¿Cómo se siente ahora jugando de central?

--Estoy muy a gusto, va mejor con mi físico. Creo que el rendimiento está siendo bueno, me siento más cómodo y útil como central porque así veo el fútbol de cara, aunque eso me exija mucho más, porque detrás de mí solamente queda el portero.

--¿Había jugado antes, con regularidad, en esa posición? ¿Le dio Óscar Cano alguna explicación a este respecto?

--Tanto en el Elche como en el Córdoba empecé como mediocentro y acabé jugando como central, porque tanto Vicente Mir como José Luis Oltra así lo decidieron. El míster [Óscar Cano] no me dijo nada: primero probó conmigo en Alcoi, luego frente al Jove Español [anotó los dos goles], también en la Copa del Rey... Los resultados han sido buenos.

--Ahora es intocable en el once, pero comenzó de suplente...

--La verdad es que Carles [Salvador] y [Josep] Calavera empezaron como titulares, y el equipo practicaba un muy buen fútbol e iba ganando partidos. Yo seguí a lo mío, trabajando para que llegase mi oportunidad, aunque al principio no fuera en la liga.

--¿Qué instrucciones le ha dado el entrenador?

--El míster me ha ayudado en la salida de balón. Por ejemplo, antes abusaba mucho del desplazamiento en largo, pero ahora, con mi nueva perspectiva, lo hago menos veces pero creo que con más acierto [así comenzó a gestarse el gol del triunfo frente al Espanyol B o el del empate a uno ante el Gimnàstic].

--Dejando un lado lo personal, nos centramos en lo colectivo. ¿Qué piensa sobre lo que puede pasar de aquí al 30 de junio?

--Pienso muchas cosas. Que vamos primeros y que lo tenemos todo de cara. La temporada pasada, cuando íbamos ganando y todavía quedaba mucho partido, notábamos que nos podían empatar. Ahora no; ahora vamos a cualquier campo y sentimos que tenemos muchas opciones de ganar, por no hablar de cuando jugamos en Castalia, donde estamos muy fuertes.

--El ‘runrún’ es que si ahora el Castellón no hace ‘play-off’, sería una enorme decepción.

--La realidad es que vamos primeros, no es un sueño. Tenemos que dar un último apretón y mantenernos ahí arriba. Dependemos de nosotros para quedar primeros, pero lo que nos ha llevado a estar donde estamos, es el día a día, aunque sea un tópico. Centrarnos en ir semana a semana, en entrenar bien como hemos hecho y en analizar al próximo rival. Primero el Prat y luego pensaremos en el Villarreal B.