Tres semifinales y el título en Roma. El balance de la gira europea de tierra de Rafael Nadal antes de llegar a Roland Garros le presenta nuevamente como el favorito a batir en un escenario en el que este año busca morder su 12º Copa de los Mosqueteros desde que levantó la primera en el 2005.

Hasta conquistar hace una semana su noveno título en el Foro Itálico ante el número 1 mundial, Novak Djokovic, el mallorquín no había encontrado sus mejores sensaciones y no estaba satisfecho de su rendimiento. Nueve meses después de su último título en el Masters 1.000 de Canadá, Nadal ha logrado la victoria en el momento más oportuno para llegar preparado a su Misión RG XII y así lo anunciaba en su Twitter: «Siempre trabajo con un objetivo, y el objetivo es mejorar como jugador y como persona. Listo para #RG19».

Tiene motivos para afrontar con optimismo la defensa del título. Hoy empezará la carrera ante el alemán Yannick Hanfmann, 184 del mundo. «Ganar en Roma significó mucho para mí. Ha sido mi primer título del año, algo que necesitaba, pero lo más importante es sentir que he recuperado mi nivel de juego. Deseo empezar Roland Garros. ¿Ganar el título? Ya veremos», dijo durante el sorteo del cuadro celebrado el jueves en los centenarios invernaderos de la Orangerie de París.

Djokovic será el gran rival de Nadal de nuevo en París en una final que apunta a ser la repetición de Roma, aunque tienen que superar seis partidos antes. El tenista serbio llega con los deberes hechos en la gira de tierra después de su título en Madrid y la final en Roma, de la que no se sentía satisfecho. Le espera un duro camino con rivales como el croata Borna Coric, el canadiense Denis Shapovalov, Fabio Fognini, Alexander Zverev hasta cuartos y Dominic Thiem o Del Potro en unas teóricas semifinales.

Junto al serbio, entre los pocos que pueden abortar un nuevo triunfo de Nadal, aparece en todas las listas el austriaco Dominic Thiem. Finalista el año pasado en Roland Garros, se presenta ahora más curtido y experimentado para afrontar el reto. El austriaco, a sus 25 años, se ha ganado el respeto con su primer Masters 1.000 en Miami y se ha colocado entre los cuatro primeros del mundo, desplazando al alemán Alexander Zverev, en una preocupante baja forma y que parece desaparecido en todas las quinielas.

Si Djokovic y Thiem apuntan como los grandes rivales de Nadal, los tres saben que entre el resto de los 125 jugadores que están en el cuadro hay nombres que pueden amargarles el torneo en un día malo. De entre ellos sobresale el griego Stefanos Tsitsipas al que las apuestas sitúan como cuarto favorito al título con 19 a uno por euro apostado, lejos de Nadal (1,90), Djokovic (3,50) y Thiem (7,50). El joven tenista ateniense, de 21 años, se ha consolidado como líder de una joven generación con talentos. Ayer debutó en París imponiéndose al alemán Maximilian Marterer (6-2, 6-2 y 7-6 (7-4)).

También arrancó con victoria Roger Federer, ante el italiano Lorenzo Sonego (6-2, 6-4 y 6-4), pero no parece que el suizo pueda ser el tercer gran favorito en París como señala su ránking. El exnúmero 1 mundial vuelve a Roland Garros después de tres años ausente, desde que cayó eliminado por Stan Wawrinka, en cuartos, en el 2015. Con 37 años, la dureza a la que obliga el torneo, con partidos a cinco sets y ante especialistas de tierra, llevan sus acciones a la baja. La decisión de volver parece más cuestión de márketing y encaminada a preparar su asalto a Wimbledon, donde en el 2018 pagó la falta de ritmo.

bautista, ¿la sorpresa? / Roberto Bautista buscará recuperar el gran nivel con el que arrancó la temporada para convertirse en la sorpresa del torneo francés. El castellonense tendrá que esperar hasta mañana para saltar a la tierra de Roland Garros, donde su primer rival será el estadounidense Steve Johnson. Un oponente en principio asequible, dado que ocupa el puesto 65 del ranking mundial, mientras Bautista acude como cabeza de serie número 18 del torneo. El reto, brillar también en tierra.