Esta vez, Kiko Ramírez parte con ventaja. Forjado en el fútbol catalán como entrenador, el técnico del Castellón ya tiene un buen conocimiento de base del Gavà, al que considera “un híbrido entre la Peña Deportiva y el filial del Málaga”, los dos rivales a los que los albinegros han dejado en la cuneta para acceder a la final por el ascenso a Segunda B.

“Es un equipo al que conozco bastante, que tiene a tres o cuatro jugadores que han sido míos en L’Hospitalet”, introdujo. “Ha hecho una gran temporada y ha ido de menos a más, lleva una buena inercia, como nosotros”, comentaba sobre esos cinco meses sin perder de los azulgrana.

“Estoy contento”, certificaba Ramírez, atendiendo a lo que se encontrará en la vuelta, “un campo de césped natural que estará bien” y la cercanía de un desplazamiento por carretera por debajo de las tres horas “cerca de mi casa”, bromeó, incluso ante la posibilidad de que está arropado por sus familiares y allegados.

“Tras lo de ayer [decía, relacionando la clasificación en La Rosaleda con el sorteo de la última ronda], ahora hay que echar el resto, pero con respeto al rival, que es de entidad”, indicó, convocando a la afición para el domingo: “Tiene que darnos el penúltimo empujón, porque allí también nos tendrán que ayudar”.

SUFRIR, sufrir Y SUFRIR // Ese conocimiento sobre el Gavà es el que Ramírez tendrá que trasladar, como ha hecho con anteriores adversarios, a su plantilla. Álvaro Campos admitía que aún sabe “poco” sobre los azulgrana. “Ya se ha acabado la alegría de Málaga; ahora, a prepararnos bien y a pensar en el sufrimiento del próximo partido”, reseñó el guardameta, fundamental en la clasificación de los orelluts con su portentosa actuación en La Rosaleda. Además, el valenciano recuerda que llevan “jugando finales desde hace mucho tiempo”. “Este equipo sabe sufrir y pelear, no se rinde nunca”, concluyó.

Otra cara del sufrimiento, la del futbolista que no puede hacer nada porque está viendo el encuentro por televisión desde su casa al estar sancionado, es la de Raúl Fabiani. “Se vive fatal, muy nervioso porque se te paraba el corazón con cada ocasión de ellos”, comentó el internacional por Guinea Ecuatorial, que el domingo regresará a la titularidad. “El Gavà es un gran rival, un equipo muy complicado que ha sido muy regular en un grupo competitivo”, manifestó Fabiani. H