Lógicamente, cuando el vestuario conoció en Marina d’Or, donde los albinegros siguieron las evoluciones del sorteo, que el rival en la primera ronda era la Peña Deportiva Santa Eulalia, el nombre del rival les dejaba fríos, sobre todo por el desconocimiento inicial, que dará pasó a unos días frenéticos para recabar la mayor información posible. Principalmente, Kiko Ramírez.

“Lo conozco poco, aunque es un equipo acostumbrado a jugar eliminatorias por el ascenso”, introdujo el entrenador tarraconense, que admitió haberse enfrentado a los ibicencos, hace algunos años, en Segunda B. “Los equipos de las islas son muy suyos, sobre todo en su casa, donde se hacen fuertes; y fuera suelen bajar bastante”, dejaba caer.

“Hay que respetarles al 100%. Si han quedado terceros y sumado setenta y tantos puntos, buenos jugadores debe tener...”, añadía el catalán, para quien “lo normal es que la eliminatoria esté abierta para el partido de vuelta”.

Ramírez, eso sí, tiene muy claro como quiere que los suyos encaren el arranque de la promoción: “Debemos jugar con la cabeza, no con el corazón”. “Lo más importante es mantener la portería a cero, ya que fuera de casa estamos siendo un equipo resolutivo”, desarrolló, amparándose en que los albinegros, por segunda temporada consecutiva, han sido los mejores visitantes del grupo.

LA PLANTILLA // Si el técnico, a día de ayer, tenía más bien poco información de la Peña Deportiva, menos aún sus futbolistas.

“Hemos tenido suerte con el desplazamiento, que era algo importante, porque todos los rivales estaban a la misma altura”, señalaba Guille Vázquez quien, preguntado por las preferencias por el Haro, respondía que “era más por el morbo que por las ganas”. “Nos dada igual, solo queríamos evitar un viaje largo”, matizó.

Álvaro Campos opinó que “había tres o cuatro rivales de los que siempre piensas huir”. “Si está ahí, es porque nadie le ha regalado nada”, añadió el guardameta, satisfecho porque “no nos meteremos 10 horas en autobús”. H