Kiko Ramírez corroboró, en la rueda de prensa, las sensaciones que los suyos habían ofrecido sobre el terreno de juego.

“Las sensaciones son muy buena. El equipo está creciendo otra vez desde atrás, ya que apenas nos crean oportunidades”, desgranó el técnico que, eso sí, aún tiene en mente el gol del Benigànim, que rompió esta inmaculada racha: “Fue del show de Benny Hill”. “Somos un equipo compacto, lo que nos vendrá muy bien cara a los play-off”, profundizó Ramírez.

El entrenador del Castellón sigue con esa labor, diaria, de transformar a sus jugadores. “Les inculco el tema de la actitud, el hambre, la ilusión... Este equipo ha pasado página, después de lo del año pasado, y ahora quiere intentarlo otra vez”, reseñó.

Para el tarraconense, la única pega es otro contratiempo en la delantera: “La lástima es la lesión de Tariq: parió otra vez la abuela... pero nos adaptaremos y sobreviviremos”. “Nos crecen los problemas con las lesiones, pero a los rivales también”, consideró.

Para el catalán, todo pasaba por marcar. “Sabíamos que un gol lo cambiaría todo. Creo que hemos merecido una mayor recompensa, porque hemos tenidos dos palos consecutivos, al principio de la segunda parte”, manifestó.

El Castellón vivirá este domingo pendiente del Recambios Colón-Orihuela y del Ontinyent-Villarreal C. ¿Y Ramírez? Relativamente: “Cuando jueguen los de la mañana, yo estaré haciéndome el vermut, que está bien desconectar. ¿Por la tarde? Seguramente me iré al cine”, concluyó. H