Ha sido la principal novedad con la llegada de Javi Calleja al banquillo del primer equipo, puesto que desde el mismo momento en el que el técnico madrileño cogió las riendas del Villarreal ya es uno más de la primera plantilla. Y el paso de Ramiro Guerra del filial a los mayores ha sido a lo grande, al ser titular en el debut del nuevo entrenador ante el Maccabi de Tel Aviv en la Europa League. Además, disputó los 90 minutos, con una buena actuación. Tres días después volvió a tener protagonismo en la victoria ante el Eibar en el Estadio de la Cerámica, en lo que fue su estreno en LaLiga, aunque en esta ocasión solo dispuso de ocho minutos, al sustituir a Castillejo en la recta final del choque.

Apenas hace dos semanas que su vida deportiva ha cambiado por completo, pero tiene los pies en el suelo. A sus 20 años no duda en afirmar que ha cumplido un sueño. «Llevo muchos años en este club y mi intención siempre fue llegar al primer equipo, por lo que estoy muy contento por ello. Ahora lo he conseguido y mi deseo es seguir mucho tiempo», admite, aunque es consciente de que deberá esforzarse mucho para lograrlo: «Hay una plantilla muy buena, con jugadores de una calidad extraordinaria y sé que es complicado entrar en el equipo cada semana, pero voy a tratar de aprovechar las oportunidades que tenga».

BUENA SINTÓNÍA

Y es que su intención es no defraudar a Calleja, que le ha dado esta oportunidad. Desde el primer día se ha ejercitado con el primer equipo y el pasado fin de semana, sin jornada en Primera, ya no jugó en el filial, lo que es un claro síntoma de las intenciones del entrenador, al que conoce muy bien de las categorías inferiores. «Es muy trabajador y cree plenamente en su filosofía de juego. Viene aplicándola desde hace años y confía mucho en este estilo, que tan buenos resultados la ha dado en las categorías inferiores», argumenta.

Pero lo que le parece más positivo a Ramiro Guerra del nuevo sistema es «la rapidez con la que se ha adaptado el equipo, porque el proceso parecía que podía ser más largo», algo que considera lógico «ya que futbolistas con tanta calidad no suelen tener dificultades para asimilar los cambios». Y también considera fundamental que los integrantes del primer equipo «están muy contentos con el método de trabajo de Calleja. Gusta mucho».

UNA PLAZA COMPLICADA

Si no sucede nada extraño, Ramiro Guerra volverá a estar en la convocatoria con el Villarreal, que este domingo se desplaza a Girona para medirse al conjunto local en Montilivi. «Venimos de una victoria en casa ante el Eibar y vamos a intentar refrendar estos tres puntos con otro triunfo, aunque somos conscientes de que no será nada sencillo, porque el Girona es un rival muy duro y que juega bien al fútbol, pese a estar abajo en la clasificación. Además, en su campo se hace muy fuerte y si queremos sacar algo habrá que darlo todo», admite.

Habrá que ver si en este choque el canterano vuelve a tener la confianza de Calleja, cuya presencia en el banquillo del Submarino considera «muy importante para todos los que venimos de la cantera, puesto que nos conoce muy bien. Con él como entrenador, todos los que están jugando en las categorías inferiores tendrán un poco más de motivación desde ahora, porque nos conoce desde que éramos pequeños».

Esto puede provocar que el caso de Ramiro Guerra no sea aislado y en un futuro no muy lejano otros futbolistas de la base pasen a jugar con los mayores.