El derbi dejó secuelas importantes a Sergio Ramos, que recibió una patada en la cara de Lucas. Lo que en un principio se temía, se confirmó el domingo tras las pruebas a las que fue sometido el central del Madrid. Sufre una fractura del hueso propio de la nariz. El sevillano no pasará por el quirófano y jugará con una máscara protectora. Pese a que se apunta un tiempo de baja de 10 días, Ramos podría llegar a las tres semanas sin reaparecer tras el impacto de Lucas, lo que le provocó una fuerte hemorragia que le impidió jugar la segunda mitad.

En principio se perdería el encuentro de Champions del martes ante el Apoel, el del sábado ante el Málaga y el de Copa frente al Fuenlabrada. Podría reaparecer el 2 de diciembre para jugar ante el Athletic. Frente al equipo de Míchel, Nacho en principio no podrá jugar, ya que vio la quinta amarilla ante el Atlético (el club ya ha anunciado que recurrirá ante el Comité de Competición), por lo que Vallejo se perfila como el sustituto de Ramos para formar pareja con el francés Varane.

COMPROMISO // «Volvería a sangrar una y mil veces más por este escudo y esta camiseta», escribió el jugador del Madrid en las redes sociales. A ese texto, el andaluz acompaña varias fotos donde se le ve sangrando. Hace 10 años que Ramos sufrió una lesión similar tras recibir un golpe en la cara de Makaay en un encuentro ante el Bayern de Múnich, de Champions. En aquella ocasión, el central blanco esperó al final de la temporada para pasar por el quirófano.