El CD Castellón mordió el polvo en Vallecas. Tiró a la papelera la primera parte donde acabó perdiendo por 2-0, pero con los cambios mejoró la imagen en los segundos cuarenta y cinco minutos. El gol de Marc Mateu, de penalti, puso a los castellonenses dentro del partido (fue el tanto del 2-1 definitivo). Y David Cubillas le metió el miedo en el cuerpo al Rayo Vallecano en el minuto 84, porque estuvo a punto de igualar un marcador que se desequilibró en el primer tiempo con el doblete firmado por el delantero sevillano Andrés Martín.

De inicio, apenas hubo sorpresas en el once titular de Óscar Cano. Jugó con un 4-4-2, con la pareja atacante formada por Juanto Ortuño y César Díaz, el resto fueron los mismos de las últimas jornadas. Con ese centro del campo con Álvaro Fidalgo y Marc Mateu por las bandas, y Josep Señé y Rubén Díez las salas de máquina. En defensa también repitieron todos.

El primer tiempo acabó con ese desolador 2-0. El Castellón sólo ganó al Rayo Vallecano en cuanto a número de faltas (ocho, por cinco de los franjirrojos), en la posesión del balón (50,9%) y el número de córners lanzados (cuatro, por uno de los locales). El resto fue todo a favor del equipo del vasco Andoni Iraola. Cinco remates a portería y dos goles. Los castellonenses lo intentaron en cuatro ocasiones, pero todos los disparos salieron demasiados desviados.

Agobios iniciales / El Castellón vio como los vallecanos salieron con mucha intensidad y lanzando avisos. El primero a los cinco minutos tras un centro desde la izquierda de Yacine Qasmi que Andrés Martín remató desde el área pequeña obligando al arquero Álvaro Campos a salvar el primer gol. El Rayo jugaba, desbordaba y se gustaba sobre el césped.

Así, el 1-0 llegó tras un fallo de cálculo del central Adrián Lapeña que le regaló el balón a Qasmi, y éste escorado centró largo y raso para que el ariete sevillano Andrés Martín, a placer, batiese la portería albinegra. Un fallo garrafal que costó caro. Muy caro. El partido se le ponía cuesta arriba al Castellón a las primeras de cambio, y encima frente a un rival muy serio y ordenado.

El palo derecho de la portería de Álvaro Campos salvó el 2-0 en el minuto 18, tras un certero remate del desequilibrante Álvaro García. Tras este nuevo sobresalto, el equipo de la capital de la Plana tuvo sus llegadas, sus achuchones en el área del Rayo. Todos a balón parado. Por arriba estuvo a punto de sorprender el central Rafa Gálvez, en el cuarto saque de esquina que botó el equipo de Óscar Cano en la primera parte, pero su testarazo acabó con el balón besando las mallas, pero por la parte exterior.

Más brecha / El primer tiempo acabó con el segundo gol de un Rayo superior y muy efectivo. Y la acción fue calcada a la del 1-0. Otra vez desde la izquierda del ataque local (el derecho de la defensa albinegra). En esta ocasión un gran centro raso de Álvaro García y de nuevo el sevillano Andrés Martín remató al fondo de las mallas. Sin compasión y con gran destreza. El 2-0 requería de movimientos. De modificaciones. Y así fue. Llegaron las novedades.

Los segundos cuarenta y cinco minutos arrancaron con dos cambios en el once del Castellón. Joseba Muguruza, muy superado, dejó su puesto a Guillem Jaime, y en la medular se buscó más músculo y fuerza con la salida de Gus Ledes, dejando al zaragozano Rubén Díez al vestuario.

El partido se igualó. Y en el minuto 61 los castellonenses comprimieron el marcador con el 2-1 anotado por Marc Mateu desde los once metros. A la salida de un córner, el cuero golpeó en el codo de Álex Catena y el colegiado decretó el penalti, transformado por el extremo valenciano.

El Rayo Vallecano perdió el balón. Lo tuvo el Castellón. Los minutos pasaban y el 2-1 dejaba el partido muy abierto. El 2-2 no llegó de milagro. Lo tuvo en sus botas el capitán David Cubillas en el minuto 84, pero su remate salió por la derecha de la portería vallecana. El Castellón se vació, apretó e hizo que el Rayo acabara el partido encerrado en su campo.