Anoeta vio un festival de goles en una matinal dominical lluviosa en San Sebastián que animó un duelo llenó de errores en el sistema de contención de ambos equipos. Que un equipo marque cuatro tantos y no gane demuestra la falta de solidez defensiva. «Tenemos que ajustar todos esos fallos defensivos que surgen en las últimas jornadas», reconoció Eusebio, el técnico de la Real. «El partido ha sido un homenaje al fútbol», apuntó Quique Setién, míster verdiblanco. Ocho goles en un partido no se ven muy a menudo. «Ha sido fruto de dos equipos que quieren ganar a través del juego», dijo Setién.

La primera media hora fue una locura. Empezó golpeando el Betis, se levantó la Real por casta y con Odriozola desbocado en la banda. El arreón donostiarra no asustó a los de andaluces, que tardaron dos minutos en responder a la bella obra de la Real para el 2-1. Tras el descanso, la montaña rusa siguió, hasta acabar con el reparto de puntos final.