El Allianz Arena volvió a ser terreno abonado para el Madrid, un equipo que superó sus dudas para volver a ser fiable en su competición favorita. El equipo de Zidane remontó el tanto de Vidal con dos goles de Cristiano y luego observó la exhibición del meta Neuer, que impidió que el choque de vuelta del martes se convirtiera en un mero trámite. El Madrid dio primero y Zidane le ganó el pulso a su amigo Ancelotti, que volvió a comprobar que nadie mejor que el equipo blanco sabe transformarse en encuentros de este calado. Lo hizo también la BBC, que se enfrentaba a un examen. Su equipo se sostuvo en una primera mitad pese al gol de Vidal y tuvo suerte al ver cómo el chileno fallaba un penalti antes del descanso.

SIN LEWANDOWSKI / Su equipo se sobrepuso a la ausencia de Lewandowski, al que finalmente su maltrecho hombro le dejó fuera, y a la del central Hummels. Dos piezas que forman buena parte del engranaje del equipo de Ancelotti, pero que no impidieron que el Bayern fuera a lo suyo. Atisbaba la revancha de aquel 0-4 del 2014 y sin volverse loco la fue cocinando a fuego lento. Presionó al Madrid, tuvo el balón y se fue arriba. Sus tres saques de esquina en los cuatro primeros minutos daban muestra del poderío alemán ante un rival al que le costaba salir de su campo. Cuando lo hizo se dio cuenta de que había vida en el área de Neuer. Lo comprobó Benzema con un cabezazo a centro de Kroos que tocó el meta alemán antes de que el balón se estrellara en el larguero (m. 17).

Tras el primer gol de Vidal (m. 25) pudo ampliar la herida el propio jugador chileno, tras una jugada de Robben, pero su cabezazo se fue alto (m. 40). Luego, un recorte de Ribéry terminó en un disparo del francés que Carvajal rechazó con el pecho. El asistente señaló penalti, pero Vidal lo lanzó alto. Esa acción cambió radicalmente el choque. Tras el descanso Ronaldo entró en ebullición para empatar el encuentro al rematar un centro de un sobresaliente Carvajal (m. 47). El partido quedó para Neuer, que salvó la goleada, ya con Asensio en el campo. A los males del Bayern se unió la expulsión de Javi Martínez que vio dos amarillas en apenas cuatro minutos. A partir de ahí, el Madrid jugó a placer con contragolpes letales y ponía a Neuer a trabajar a destajo. Nada pudo hacer en un remate con la plancha de Cristiano, tras un centro de Asensio (m. 76).