No mejoró el Madrid el Leganés, donde se encomendó a Asensio para salvar los muebles a un minuto del final (0-1) con uno de esos remates caso olvidados del malloquín, que no marcaba desde hacía 69 días. El tanto supuso un premio excesivo para un equipo que sigue bajo mínimos y que tampoco esta vez le sacó del atasco la segunda unidad con el apoyo de Carvajal y Varane. Casilla salvó a su equipo en la segunda mitad, en la que el equipo de Garitano le perdió el respeto al gran favorito de una eliminatoria que tendrá su cierre el próximo miércoles en el Bernabéu.

El Madrid sigue con encefalograma plano porque la sensación que deja el conjunto de Zidane es la de un equipo desangelado, sin alma ni carácter, algo impropio en unos jugadores que deben aprovechar cada minuto para dar un golpe en la mesa. Sufrió de lo lindo ante un equipo que le regaló el balón en la primera mitad y le metió en su área en la segunda ante de que Asensio sellara un triunfo agónico. Sin la intensidad que había pedido Zidane, el equipo que pasó por Leganés no emitió signos de mejora. Al equipo blanco le costaba un mundo superar la primera línea de cinco del equipo de Garitano.

UN EQUIPO PREVISIBLE / Sin apenas otros recursos que algún intento de penetrar de Lucas Vázquez o de Asensio, el Madrid B era un equipo previsible sin nada de pólvora. Ni un solo disparo entre los tres palos en una primera mitad, algo en lo que empató con el Leganés, que bajó el ritmo inicial.

No lo aprovechó el Madrid, que se entregó a un toque insulso del balón y que ni siquiera supo aprovechar los regalos de su rival, como el del Rubén Pérez, que perdió el balón ante Kovacic, aunque el jugador croata falló solo ante el meta Champagne en la única ocasión de su equipo en la primera mitad (m. 34). Lejos de redimirse, el Madrid era un equipo pálido, proclive al abatimiento y cercano al desencanto.

Sin chispa, sin fútbol y sin pegada, el equipo de Zidane quedaba poco a poco a merced de un rival que comenzó a creérselo. Naranjo puso a trabajar a Casilla en el primer disparo entre palos del Leganés (minuto 56).

El del Madrid iba a llegar un poco más tarde en un disparo de Asensio que detuvo sin problemas Champagne (m. 64). Mucho más clara fue la ocasión que propició Llorente al cabecear una falta al larguero de la portería de Casilla. En plena caída del Madrid, el meta blanco respondió de a un gran disparo de Beauvue pegado al palo (m. 74). Con Modric e Isco en el campo llegó la acción de Theo, que se sacó un centro desde la izquierda que remató con gran habilidad Asensio para batir a Champagne.