El culebrón de Neymar encuentra a diario nuevos giros e incorpora protagonistas, con finas filtraciones aquí, en Madrid y en París, para añadir más confusión sobre cuál va a ser finalmente su destino. Como si el culebrón fuera un espejo del mismo Neymar, todo parece a expensas de infinidad de caprichos, empezando por el jugador, cansado del PSG como si fuera un juguete.

Neymar es a la vez un capricho reconvertido en necesidad perentoria por el presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, aparentemente empeñado en llenar de galácticos la delantera. El club se plantea enviar una oferta al PSG: una cesión remunerada (falta conocer la cantidad) y una compra para el 2020 (falta saber si obligatoria o no).

Pero Madrid —Florentino podría ir a la carga antes del 2-S— y Juventus —ofrecería a Dybala— están al acecho y esperan pescar en río revuelto.