El Madrid encontró un rival idóneo para recuperar sus mejores sensaciones y sellar su pase a octavos de final como segundo de grupo. El equipo blanco se dio un festín a costa de un APOEL impotente ante el vendaval protagonizado por futbolistas como Benzema, que volvió a marcar después de 279 días o Cristiano, que como el francés anotó por partida doble y se quitó la ansiedad tras su sequía en Liga (un gol).
Suele encontrar el Madrid un refugio en Europa donde esquivar sus males de la Liga. Ante el débil APOEL, un equipo que derrocha entusiasmo, pero que deja ver demasiadas lagunas y en cuya hoja de servicio se encuentran dos empates ante el Dortmund, el Madrid se desbocó hasta rescatar lo mejor de su repertorio. Desde el contragolpe hasta esa pegada que resolvía muchas situaciones y que tapaban la ausencia de fútbol.
En el GSP de Nicosia necesitó 23 minutos para imponer el orden que requería el guión de un choque que comenzó a tener una sola dirección tras el primer tanto, obra de Modric, que enganchó una volea espectacular tras un calamitoso despeje de Vinicius. A partir de ahí, el Apoel presentó su dimisión, mientras que el Madrid atisbó un filón en una defensa que clareaba demasiado.
Lo atisbó también Benzema, que vio el camino más corto para salir de su crisis goleadora. El francés se quitó las telarañas gracias a una buena combinación entre Cristiano y Kroos que terminó en una asistencia del jugador alemán para Karim.
La sangre fresca que aportaron Asensio o Lucas Vázquez le hizo recuperar la chispa al Madrid, que amplió el marcador tras un córner que Nacho envió a la red. Todo era tan distinto en el equipo de Zidane que hasta Cristiano le regaló el segundo tanto a Benzema. No acabó ahí el carrusel de goles porque nada más iniciarse la segunda mitad, Cristiano cabeceó un centro de Marcelo desde la izquierda. Repitió el portugués en pleno abandono del equipo chipriota. Un rechace entre el meta Nauzet y Benzema le llegó a Cristiano, que se giró para rematar con la izquierda a portería vacía y cerrar el 0-6.
