El Madrid se vio obligado a remontar por dos ocasiones a un Sporting que plantó cara en todo momento pero no supo sujetar a Isco, que hizo lo que quiso durante todo el encuentro, incluidos dos goles, el de la victoria en el 90.

Los madrileños dominaron desde el inicio, pero el Sporting se adelantó en el marcador tras una gran combinación de Mikel Vesga sobre Cop, al que mandó el balón en una gran vaselina por encima de Nacho que el delantero rojiblanco la empalmó a la red sin dejarla botar.Pero la alegría sportinguista duró tan sólo tres minutos, los que tardó Isco en poner el balón en la escuadra de la portería de Cuéllar tras driblar a varios defensas.

Al Sporting le duraba muy poco el balón y eran más internadas individuales, especialmente por la banda izquierda, las que llevaban un mayor peligro a la meta defendida en esta ocasión por Casilla que, no obstante, apenas tuvo que intervenir.

En la segunda parte el Sporting llegó a las inmediaciones del área y Babín, de cabeza, metió el balón al centro del área en el que tocó, también de cabeza, Mikel Vesga, un balón que hizo una parábola que superó a Casilla y provocó el delirio en la grada.

Pero el Real Madrid volvió a lograr el empate en un remate de cabeza de Morata, que ganó en el salto a Babin, sin que Cuéllar tuviese tiempo para reaccionar.

El dominio visitante se incrementó con el paso de los minutos y el líder lo siguió intentando y acabó logrando la victoria en el último minuto merced a otra genialidad de Isco, que se sacó un disparo raso y pegado al poste.