El factor Anduva no fue suficiente anoche para dar la vuelta a la eliminatoria y la Real Sociedad se impuso desde el punto de penalti, gracias a un tanto de Mikel Oyarzabal, ante un Mirandés que no tuvo opciones de victoria (0-1), con lo que certificó el pase a la final de la Copa del Rey tras haber vencido también en la ida en San Sebastián (2-1).

El partido comenzó con el Mirandés más activo en ataque aunque ninguno de los dos equipos tuvo ocasiones claras al inicio. Los de Andoni Iraola estaban bien posicionados y más cómodos que su rival, que no consiguió crear juego con facilidad. De hecho, los locales se fueron animando e intentaban marcar un gol que igualase la eliminatoria.

Rozando la media hora, el equipo de Imanol Alguacil tuvo más la pelota y gozó de las ocasiones más clara hasta el momento. Primero, gracias a un disparo lejano de William José, que paró Limones; y después otro de Januzaj despejado por Franquesa.

La Real no quiso pasar apuros en la primera mitad y sacaba siempre el balón de largo ante la presión rojilla. Los txuri urdin se acercaron cada vez con más peligro y en una de esas ocasiones, en un centro de Zardua, Malsa tocaba el balón con la mano y el colegiado pito penalti a favor del equipo donostiarra. Un penalti que no desaprovechó Oyarzabal.

PALO / Tras el paso por vestuarios, Janujaz pudo sentenciar la eliminatoria, pero el esférico se estrelló en el larguero. Los minutos pasaban con una Real Sociedad que gestionaba el tiempo para no pasar apuros. Los rojillos no encontraban huecos.

Matheus tuvo la más clara para los locales, pero la defensa realista estuvo espléndida en todo momento y la Real vuelve a una final de Copa 32 años después, gracias al gol de penalti de Oyarzabal.