Suspense con el desenlace del grupo III de Segunda B y su repercusión en los sorteos tanto de los play-off como del play-out. La denuncia del Teruel, que pide la alineación indebida de un futbolista del Cornellà, ha causado un terremoto... si bien todo apunta a que las cosas quedarán tal y como acabaron el domingo alrededor de las 20.00 horas, según lo acontecido sobre el césped. Fuentes de la federación española (RFEF) han confirmado a Mediterráneo que las alegaciones del club maño tienen pocos visos de prosperar, con lo que el albinegrismo respiraría tranquilo con la angustiosa permanencia ganada deportivamente, sin jugar la eliminatoria por la permanencia, producto de la suma del triunfo en los despachos del Teruel, que provocaría un cuádruple empate a 44 puntos, con los rojillos salvándose para condenar al Alcoyano, enviando al Castellón al play-out.

El Teruel sorprendía ayer con un comunicado donde informaba que había interpuesto un recurso ante la RFEF solicitando «que se declare alineación indebida por parte del Cornellà». El foco estaba puesto en el juvenil Abdelilah Damar, Abde, sancionado, por acumulación de amonestaciones, el 10 de abril, a raíz de la última jornada en el grupo III de División de Honor Juvenil.

Terminada la competición en esta categoría, Abde no jugó el siguiente fin de semana con el primer equipo del Cornellà, que consultó a la RFEF, pero sí después dos partidos en Segunda B (Villarreal B y Ebro) antes del domingo, cuando fue titular y marcó el 1-0 al Teruel (2-0 al final).

ARTÍCULO 66 // La controversia surge a tenor de la ambigüedad del artículo 66 del Código Disciplinario. Por un lado, especifica que una sanción leve (caso de un jugador que cumpla ciclo) debe cumplirse «en la misma categoría y división». El apartado 3 matiza que «cuando se trate de futbolistas que pudieran ser reglamentariamente alineado en otros equipos de la cadena del principal, o en alguno de los equipos de un club patrocinador, el futbolista sancionado no podrá intervenir en ninguno de estos equipos o clubs, hasta que transcurra, en la categoría en la que se cometió dicha infracción». Sin embargo, Abde, por edad (19 años cumplidos en febrero), ya ha acabado su etapa como juvenil, por lo que en ningún caso podría cumplir en esta categoría el partido pendiente. Distinto sería el caso en que el castigo fuera grave (a partir de los tres encuentros).

Como en otros aspectos, la redacción de la legislación es ambigua y alimenta diversas interpretaciones. Tal vez por ello, la RFEF, con la temporada ya en marcha (noviembre del 2018), redactó una circular en la que subraya que un jugador con ficha no profesional (caso de Abde), puede jugar con el primer equipo aunque arrastre una sanción leve del filial, juvenil... Pero nuevo conflicto: habla de conjuntos profesionales con filiales y/o equipos dependientes, con el dilema de si la Segunda B es profesional o no (los clubs están obligados a un mínimo de 10 fichas profesionales).

El Teruel se aferra al caso Chumi (defensa del Barcelona B que en enero vio una amarilla contra el Castellón que acarreaba ciclo y jugó con el primer equipo, frente al Levante, en la Copa del Rey) para mantener sus opciones: hace un mes, el Comité de Competición daba la razón al club granota, pero sin consecuencias al haber presentado la reclamación fuera de tiempo). Resolución, a su vez, recurrida por los catalanes. Ahora, el comité decidirá en las próximas horas (el fin de semana hay eliminatorias de ascenso y permanencia), aunque con pocos visos de que atienda la reclamación del Teruel.