Recuerdo cuando hace 12 años teníamos que llamar a Toni Ten, por aquel entonces un novel y joven entrenador, para que nos ayudará con los campitos en los que distribuimos los quintetos iniciales para las previas de los partidos de baloncesto.

Evidentemente, los redactores de Deportes apenas conocíamos jugadores del Arroz Dacsa Almàssera, del Aguas de Calpe, del Bàsquet Llíria o del Mazarrón.

Eran otros tiempos, una época en la que se empezó a apostar por el crecimiento del baloncesto en Castellón y en la que se puso al frente del equipo a un técnico ondense que tenía 26 años.

El club, a base de cantera, fichajes con cabeza y sin hipotecar a la entidad, fue creciendo. Seis años permaneció en EBA, hasta que en la 2011/12 ascendió a LEB Plata; tres ejercicios después, en la 2014/15, se subió a LEB Oro... y tres temporadas más tarde, siempre con Toni Ten como denominador común, se ha logrado el billete para disputar el primer play-off de ascenso a la Liga ACB de la historia del Amics del Bàsquet, desde la campaña pasada TAU Castelló.

Mucho ha sido el sacrificio de un club familiar, en el que ha trabajado (contratada) muy poca gente, porque la economía no daba para más, y en la que muchos directivos y técnicos han tenido que ayudar desinteresadamente cuando la ocasión lo requería.

Ahora, con salud económica y estructura profesional (pero austrera), el club que preside Luis García ha obtenido una recompensa que le permite soñar.