El Villarreal tiene hoy al alcance de la mano uno de los récords históricos de la entidad amarilla en Primera División. Si los de Marcelino cumplen el mínimo objetivo de puntuar esta tarde (18.15 horas) ante el Málaga de un viejo conocido, Javi Gracia, igualarán la mejor racha como invictos en una Liga, una plusmarca que dejó como legado la última campaña de Manuel Pellegrini a los mandos del Submarino, la 2008/2009. En aquella ocasión los groguets iniciaron la temporada con 11 encuentros consecutivos sin conocer la derrota, con siete triunfos y cuatro empates. El actual Villarreal ya ha encadenado 10 partidos sin perder y cediendo únicamente tres igualadas, con lo que ha igualado la segunda mejor marca invicta en la élite, con los mismos marcadores que el propio Marcelino --que hoy cumple 100 partidos al frente del equipo amarillo en Primera División-- registró al frente del proyecto de la pasada temporada.

El Málaga no pondrá fácil el récord. Los números de los andaluces no se acercan a la extraordinaria racha de los amarillos, pero no se puede esconder que Gracia ha sabido enderezar el rumbo de un equipo al que le costó siete jornadas encontrar el camino del gol en esta Liga. Triunfos de prestigio como los conseguidos ante el Atlético o el Celta a finales del pasado año e inicios del actual ponen al Submarino en alerta, sobre todo porque a los amarillos también les está costando sacar adelante sus encuentros, basados en las últimas jornadas en la efectividad defensiva más que en la clarividencia en el ataque. Más o menos los mismos argumentos que actualmente esgrime su rival de hoy. “Por los números de goles en contra --cara a cara estarán el tercer y el cuarto equipo más solventes defensivamente-- se puede ver que somos dos equipos que encajamos poco. Los pequeños errores se van a pagar”, vaticina el examarillo Javi Gracia, que empezó a dar sus primeros pasos en los banquillos en la Ciudad Deportiva de Miralcamp.

MÁXIMA RENTABILIDAD // Pero si futbolísticamente se podría poner en cuestión el actual momento de equipo, no cabe la menor duda de que a efectos de productividad el trabajo de Marcelino sigue dando los frutos apetecidos, incluso por encima de las mejores previsiones. El Villarreal, llamado a batallar duramente una plaza para competiciones europeas con proyectos sólidos como el del Sevilla y el Athletic, temibles en el plano económico como el del Valencia o revelaciones como la del Celta, se ha visto a falta de poco más de un tercio de competición cómodamente instalado en zona de Champions y más cerca de pelearle la plaza directa al Madrid que de ver peligrar la cuarta plaza, a ocho puntos del más inmediato perseguidor, el Sevilla. La frontera que marcará quien juega en Europa la próxima temporada está a más de tres partidos de distancia. Una margen que da, como mínimo, tranquilidad. H