Pep Guardiola ha pasado las Navidades en familia. Pero no con la familia de toda la vida. Este año las celebraciones han sido diferentes. El plan de fiestas le ha hecho vivir acompañado de su otra familia. La del City. La Nochebuena, por ejemplo, la pasó con medio equipo al que invitó a un restaurante de tapas de Manchester. Más evil que citizen ya que uno de los socios es Juan Mata. Un cambio de lo más extraño y que los novatos como él asumen resignadamente pero con enorme curiosidad. Inglaterra is different. Y si hay algo que refuerza su encanto y su singularidad es el Boxing Day. Mientras el balón deja de rodar en casi todo el mundo, allí va más rápido que nunca. Fútbol sin parar. Más de 700 equipos entran en juego en las islas en una jornada muy especial.

De las dos semanas de descanso en la Liga y el largo parón invernal de la Bundesliga, Guardiola ha pasado a un intenso ajetreo con un calendario de vértigo. La cantinela de que en estos días se juega la Premier tiene un doble sentido. Se juega en el sentido literal, partidos y más partidos, y en el sentido competitivo. Cuando Guardiola echó un vistazo al calendario debió hacer ese gesto tan suyo de rascarse la cabeza. Normal.

El City jugará tres partidos en ocho días (26, 31 de diciembre en Liverpool nada menos y 2 de enero). Y así todos. La tradición dicta que el pleno de puntos es casi imposible y que aquí se impone la plantilla más que el equipo. Vivivo el primer episodio navideño, manda el Chelsea.

Así que mientras Messi y compañía hace días que andan desperdigados y se diseñan vacaciones a medida para regular el descanso, en Inglaterra no hay tregua. Y nadie levanta la voz. Al contrario. Tras el ‘shock’ inicial y el disgusto que supone romper según que tradiciones familiares, el fútbol navideño se acaba convirtiendo en uno de los momentos más emotivos de la temporada. O el que más.

ORIGEN NO MUY CLARO

Todo empieza con el Boxing Day (26 de diciembre), cuyo origen no está muy claro. Hay varias versiones. Hay una que se remonta a la edad antigua y hace referencia a las cajas en las que los sacerdotes mostraban las donaciones que habían recibido esos días. Pero predomina una versión que sitúa esta tradición en el siglo XIX. El punto en común son las cajas que los trabajadores utilizaban para llevar o bien la comida que había sobrado el día de Navidad en las casas nobles donde servían o que les habían regalado sus patrones. Era un día de fiesta y una de las distracciones preferidas era el deporte. Y entre las clases desfavorecidas, el fútbol por encima del resto.

Pero también es tiempo de rugby, cricket y todo los deportes made in Britain. Durante más de medio siglo, el Boxing Day convivía con el Christmas Day, e incluso hubo un tiempo en que se jugaron más partidos el día 25. Pero a finales de los 50 acabó desapareciendo del calendario por problemas en las comunicaciones mientras que el Boxing Day sobrevivía. Y con éxito. Es una de las jornadas con las mejores cifras de asistencia ( la media supera el 90%) y con un público más familiar. Es el día de los niños que en muchos casos viven su debut en el estadio este día como un regalo paternal.

DISTANCIAS CERCANAS

Aunque no lo necesite, la Premier cuida todos los detalles. Para empezar, el calendario, con la idea de evitar los desplazamientos más largos. En esta jornada, por ejemplo, la mayor distancia la recorrerán los hinchas del West Ham hasta Swansea, unos 250 kilómetros. El resto, una media de 100 kilómetros. A Guardiola, como cualquiera, no le ha quedado más remedio que ajustar su hoja de excel a este calendario y mirar de recuperar en ocho días el terreno perdido frente al Chelsea de otro novato, Antonio Conte. Hay que aceptar las normas aunque no siempre sea fácil.

"No hacer un parón por Navidad es la cosa más diabólica de esta cultura" (Louis van Gaal)

Hay quien ha osado a despotricar del Boxing Day, una herejía como atreverse a decir que conducen al revés. ¿Y quién fue el insensato? Louis Van Gaal. «No hacer un parón por Navidad es la cosa más diabólica de esta cultura», dijo hace dos años cuando estaba al frente del United, convencido de que penalizaba tanto a los clubs como a la selección: «¿Cuántos años hace que Inglaterra no gana nada? Porque los jugadores llegan exhaustos a final de temporada». No todas las quejas eran futbolísticas. También había las cuestiones personales que afectan a la mayoría. “Tengo una esposa, hijos y nietos, y esta Navidad no podremos verlos».

Arsene Wenger, en cambio, es un firme defensor a pesar de que en sus inicios también le costó adaptarse. Normal. Acaba de cumplir 20 años en el Arsenal. «Cuando llegué pensaba igual que Van Gaal. Pero ahora lloraría si se suspendieran estos partidos. Es parte de la tradición y toda Europa mira a Inglaterra este día", proclamó, aunque sí se muestra partidario de un descanso tras el 1 de enero.

«Tenemos menos de 48 horas entre dos partidos. Me gustaría cambiarlo pero no puedo», se lamentó resignado Jurgen Klopp. En Inglaterra se imponen las tradiciones y el Boxing Day es una de las más intocables. Así que Guardiola ha tenido que renunciar a la tradición y ha cambiado la familiaridad de Santpedor por su nueva casa de Manchester.