Abraham Peleteiro quiere ser el gran refuerzo del mercado invernal. El lateral derecho afincado en València —llegó con 16 años a la cantera che— vio el 17 de diciembre en Orihuela —jugó 10 minutos— la luz al final del túnel, regresando a los terrenos de juego en un partido oficial 10 meses después, tras superar una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. El defensa del Castellón, que afronta el segundo año de su segunda etapa en la entidad orellut, se lesionó el pasado mes de febrero, fue operado el 22 de marzo por el doctor burrianense Ramón Llopis y ya es uno más a las órdenes del nuevo míster, Sergi Escobar.

El proceso

La historia de su lesión es rocambolesca, ya que jugó el 19 de febrero en Alzira (derrota 2-0) y fue allí donde notó «un crujido en la rodilla en el minuto 70», pero siguió jugando. Y no solo eso, ya que entrenó los días posteriores y disputó el siguiente partido de Liga completo, con derrota en Castalia ante el Torrevieja (1-2). «Tras ese partido fue cuando me di cuenta que la cosa no iba bien», explica.

El futbolista, que además de los 10 minutos en Orihuela fue titular ante el Alzira en el último partido del 2017 en Castalia, analiza para Mediterráneo cómo han sido los 10 meses de recuperación, casi un año que «comenzó en calvario, luego pasó a ser sufrimiento y poco a poco se convirtió en esperanza e ilusión». «No se qué fue peor, los primeros meses en los que te sentías inútil o luego cuando inicié la recuperación, pero iba a Castalia a ver a mis compañeros... porque esa impotencia es difícil de digerir», explica el lateral diestro.

Abraham, coruñés de 26 años licenciado en Ciencias Políticas y que está terminando un máster de profesor de Secundaria especialidad en economía, tuvo «el calvario habitual de una rotura de ligamentos». «Fue mi primera lesión grave y no es fácil. Por suerte conté con el apoyo y el duro trabajo del fisio del club y mi recuperador, Cristian Contador, que ha sido determinante».

El defensa albinegro considera que «a base de esfuerzo y mucho sacrificio» ya está «al 100% en cuanto a la musculatura». De hecho, no juega con dolor ni tiene miedo, la zona ya ni le preocupa, y «eso es muy importante, porque en este tipo de lesiones luchas contra tu mente».

Por fortuna, ahora ya es «uno más en el equipo». Y sueña con disputar su sexto play-off «consecutivo y lograr el ascenso con el Castellón, porque club y afición lo merecen». «Aquí no he venido a pasearme, vengo a darlo todo por subir», palabra del hombre play-off albinegro.