El Maratón de Valencia Trinidad Alfonso EDP 2016, que tendrá lugar mañana en la capital del Turia, contará con un participante de excepción, ya que el vecino de Almenara,Francisco Domingo, de 43 años, llevará a cabo el recorrido con una silla de ruedas convencional, una gesta al alcance de muy pocos. Pero desde hace casi una década, el almenarense practica el deporte adaptado, como handbike, natación, baloncesto y ciclismo, todo con gran esfuerzo. Para Domingo, participar en el maratón «es un gran reto personal, porque hacerlo en una silla de ruedas convencional es muy duro, tienes que tener la suficiente fortaleza para afrontarlo y la mente debe estar lista para poder enfrentarte a más de 42 kilómetros», reconoce.

Está previsto que Francisco Domingo salga delante de los 30.000 participantes que tendrá el maratón. De esta manera la distancia que obtendrá con el resto será suficiente para disfrutar de un público que con toda probabilidad abarrotará las calles en todo el circuito.

Un duro reto

El almenarense es consciente de que «será muy duro» porque tiene previsto «realizarlo en más de cuatro horas». La exigencia será máxima. «Durante la prueba es fácil que tenga altibajos, porque el esfuerzo es muy grande, pero sabré regular y trataré de disfrutar y divertirme en una prueba que hoy por hoy no se ha atrevido nadie», confiesa.

«Llevó seis meses preparándome tres horas diarias. Alterno silla de ruedas convencional, handbike y gimnasio. Porque la unión de los tres ha propiciado que mis brazos obtengan la preparación idónea para el reto», desvela.

Causa solidaria

Pero su participación también tiene la vertiente de contar con una excelente causa, que no es otra que la solidaria. «He tenido la suerte de saber el caso de un niño que cuando lo conocí tenía dos años y tuvo un problema cerebral. Actualmente necesita ayuda total para poder sobrevivir. Sus padres solo tienen el apoyo de la recolecta de tapones de plástico, venderlos para el reciclaje y poder pagar el tratamiento que cuesta 6.000 euros al mes. Han estado en la India para implantarle células e intentarlo todo en pro de su recuperación», explica. Añade que lleva muchos años «recogiendo tapones para ayudarles» y todo el pueblo de Almenara le lleva, resalta. «Participo en el maratón para dar difusión a la enfermedad de Diego y el sufrimiento de sus padres, porque yo pienso que la mente es el límite», que es su lema.