Recuperó el Sevilla la sexta plaza que le había arrebatado el Eibar el sábado y se sitúa a un punto del Villarreal antes de visitar el sábado Las Palmas. El Girona se marchó de vacío, pero con la cabeza muy alta, con el Pizjuán pidiendo la hora y con Rico parándolo todo (incluido un penalti a Aday --min. 40--). El 1-0 fue mucho castigo para los de Machín, que tal vez no se hubiesen ido contentos ni con el empate después de someter al finalista de Copa en una primera parte de altísimo nivel. Pero los locales tuvieron suficiente con una pseudocasión que Ramalho ni Bernardo atinaron a enviar al Villamarín en un disparo de Correa que se iba colando a cámara lenta. Uno por el otro, la casa la barrió Sarabia.