El Submarino tiene desde ayer más gasolina para su sala de máquinas. Roberto Soriano pasaba el reconocimiento médico al unísono que el presidente del Villarreal, Fernando Roig, confirmaba la llegada de este centrocampista diestro, joven (25 años), polivalente --puede ocupar todas las zonas de la medular--, internacional con la azzurra --posee doble nacionalidad alemana, de nacimiento, e italiana-- y que llega “con unas ganas enormes de disputar la Champions”, apuntaba Roig, que avala el “gran esfuerzo económico” realizado “por un gran jugador”.

Roberto Soriano se ha convertido en el fichaje más caro en la historia del Villarreal, que pagará a la Sampdoria 13,5 millones de euros, superando los aproximadamente 12 kilos que se invirtieron en el 2009 por Nilmar. El centrocampista ha firmado para las próximas cinco temporadas.

Soriano no pierde el tiempo y ayer empezó a integrarse en la dinámica de trabajo del Villarreal a las órdenes de Marcelino, que espera que el italo-alemán pueda ayudar en la primera final, la previa de la Champions que arranca en dos semanas. Hoy, el centrocampista se presentará ante su nueva afición, en el Mini Estadi de la Ciudad Deportiva (20.30 horas).

Soriano es el primero de los fichajes de este esprint final de mercado en el que está inmerso el Villarreal, que todavía tiene plazas por apuntalar pese a la cercanía de la competición. Italia y Portugal son los países en los que se centra la actividad del consejero delegado, Roig Negueroles.

LOS OTROS FRENTES // En tierras italianas se encuentra otro de los pretendidos para reforzar el ataque, Nicola Sansone (Sassuolo). Su club, de momento, se resiste a dejarle escapar pese a los 13 millones que habría ofertado el Villarreal, que sigue en la puja.

En el país vecino, la entidad amarilla ya ha echado las redes y espera resultados. Adrián sigue siendo una opción para el ataque si el Oporto rebaja sus pretensiones. El Villarreal desearía una nueva cesión, o en su defecto un traspaso simbólico. Pero el objetivo número uno en tierras lusas es el central Jardel. El Benfica tiene sobre la mesa ocho millones. H