El Roda encajó ayer su segunda derrota consecutiva en la presente temporada. Si en la jornada inaugural los gualdinegros cayeron en el Luis Suñer Picó de Alzira, en su estreno como local en la Ciudad Deportiva Pamesa los vila-realenses también sucumbieron, en esta ocasión frente al joven filial del Elche.

No termina de carburar el equipo de Pepe de la Sagra, un conjunto que demuesta falta de ambición y que carece de poder ofensivo, o al menos eso demostró ante el segundo equipo franjiverde. Todo lo contrario denotó el rival, que fue mucho más efectivo y con dos ramalazos de Mourad en apenas cuatro minutos se llevó el duelo.

En el primer tiempo los visitantes fueron mucho más intensos y le comieron literalmente el dominio territorial a un Roda titubeante que deambulaba sobre el terreno de juego de la Ciudad Deportiva Pamesa. Únicamente José Blanco puso algo de pimienta al tedioso partido de los locales. El ex delJuvenil A del Villarreal, con el que se proclamó campeón de la Copa del Rey el curso pasado, se sacó un disparo que fue de lo poco punzante de su equipo.

El filial ilicitano hizo su partido, esperó con paciencia al momento justo para asestar el golpe definitivo. Y este llegó al comienzo de la segund parte. El Roda salió enchufado en la reanudación, pero fue un espejismo. Poco a poco los ataques locales menguaron y el Elche B comenzó a hacerse el dueño del encuentro. Al minuto tres de la reanudación, Molina se encontró con el cancerbero Zagalá. Misma respuesta obtuvo Mourad minutos después.

Debacle efímera // Dicen que no hay dos sin tres y a la tercera va la vencida, y si lo dicen es por algo. La siguiente que tuvieron los visitantes fue dentro. A los 16 minutos del segundo periodo Mourad, en una gran acción individual, logró batir a Zagalá. Tanto llegaba el cántaro a la fuente que en el arco local rebentó. Pero también dicen que las desgracias no vienen solas, y cuatro minutos después Zagalá volvía a recoger el balón del interior de su meta. Mourad, en una jugada calcada a la anterior, puso el 0-2 en el luminoso.

Mal hace aquel que tropieza dos veces con la misma piedra, al igual que aquel que reacciona cuando ya es tarde. Eso hizo precisamente De la Sagra con sus cambios, intentar no perder un partido que su equipo no demostró querer ganar cuando la igualdad reinaba en el marcador. Los gualdinegros intentaron recortar diferencias, se volcaron en ataque en busca de un gol y posteriormente de otro. Pero no llegó ninguno de ellos. Era tarde.