Rodrigo Hernández ya es historia en el Villarreal. Con solo 21 años, el madrileño dejará en caja una cantidad superior a 20 millones de euros, pero también un hueco «muy difícil» de cubrir. «Va a ser uno de los mejores centrocampistas del mundo y no es fácil sustituirle. Intentaremos que su baja se note lo menos posible», lamentaba Roig Negueroles, que quiso acompañar al nuevo jugador del Atlético en su despedida. «Siempre me sentiré parte de este club y esta familia», dijo, afectado, el internacional, que apuntó a su decisión de apostar por el Villarreal en el 2013, tras ser descartado, precisamente, por su nuevo equipo, como «la mejor» de su vida.

Roig Negueroles dio la versión del Villarreal sobre la marcha del centrocampista, al que agradeció su renovación en diciembre pese a ser ya entonces consciente del interés del Atlético. «Teníamos un acuerdo verbal, no firmado, y por eso agradecemos al jugador que mantuviera su palabra», destacó el consejero delegado, que se mantuvo en las críticas hacia la actitud del Atlético. «No estamos ofendidos ni enfadados; lo que no podemos es ser hipócritas y quejarnos de cosas que te hacen otros —el tanteo del Barça sobre Griezmann— cuando tú haces exactamente lo mismo —con Rodri—».