Fernando Roig ya ve cerca el objetivo del Villarreal. Los cinco puntos de diferencia con el séptimo de la Liga, el sorprendente Getafe, y los seis de margen sobre el octavo —actualmente el Sevilla—, el primero de los equipos que se quedará fuera de la próxima edición de la Europa League, permiten al presidente del club amarillo mirar con optimismo al futuro y, sobre todo, al derbi autonómico del próximo sábado en el Estadio de la Cerámica, donde espera el primero de los cuatro últimos exámenes de fin de curso del Submarino, «uno muy complicado».

Roig, más allá de otras motivaciones, solo apunta a los tres puntos del sábado y a la ambición de un Villarreal del que espera que se note que tiene mucho más en juego que un Valencia al que «ya no le falta nada para estar en la próxima Champions», pese a que los che están pendientes de un solo punto para certificar matemáticamente la cuarta plaza. «Yo, de ellos, no estaría preocupado; ya están en Champions; a nosotros, en cambio, nos faltarán pocos puntos para lograr nuestro objetivo. Me gustaría estar en la situación del Valencia», esgrime el presidente de la entidad grogueta, que regateó ayer en la Ciudad Deportiva cualquier palabra o gesto que pudiera avivar el morbo de la primera visita de Marcelino a Vila-real tras su despido antes del comienzo de la pasada temporada, tras dejar al Villarreal donde ahora está su actual equipo: en la zona de Champions.

FERNANDO ROIG PRESIDENTE DEL VILLARREAL«Me gustaría estar en la situación del Valencia; no tiene de qué preocuparse, ya está en Champions»«La aspiración sería evitar la séptima plaza y no jugar las previas de la Europa League»

«Lo único importante son los tres puntos, que se vea un buen partido, que la rivalidad sea solo deportiva y que nuestros aficionados le pongan ilusión a la cita, con buen comportamiento. Y claro, que el Villarreal consiga su objetivo de jugar la Europa League», detalla Fernando Roig lo que espera del partido del sábado, al que califica como «importante», tanto como para animar a la masa social grogueta a «llenar el campo», pero no «determinante».

Para Roig, sellar en estos últimos cuatro partidos de Liga la plaza europea significaría conseguir el objetivo máximo con la que su equipo arranca cada temporada, «la permanencia y estar en Europa», por este orden, por lo que no esconde el «orgullo» de que el Villarreal se haya convertido en sus 18 años en la élite del fútbol español en un clásico de las competiciones continentales. «Hemos estado compitiendo en Europa en 15 de las 18 temporadas que hemos militado en la máxima categoría, y en cuatro de ellas en la Champions. Ser el tercer o cuarto equipo de la Liga —está igualado con el Valencia y solo por detrás de Madrid y Barça— en cuanto a presencias en Europa en el siglo XXI es un orgullo para nosotros», sostiene Roig, que ya acaricia otro año más paseando el nombre del club por el Viejo Continente, aunque a poder ser disfrutando de un verano más o menos tranquilo: «La aspiración es evitar la séptima plaza y las previas de la Europa League. La quinta plaza no la descartamos y la sexta sería lo normal».