Enero de 2015. Nos volvíamos locos. Casi tanto como cuando el Villarreal fichó por 3 millones a Gabriel, cuyos primeros pasos de amarillo fueron más que desconcertantes. No faltaron las críticas y la sensación de que se había firmado un paquete. Tras venderlo por más de 20 millones al Arsenal, llegó Bailly. Con apenas 20 años y solo cuatro partidos completos en Primera y cinco minutos de otro. Una locura.

Negueroles había asumido un gran riesgo. Luego llegaron las imágenes de televisión en las que se dejaba a Marcelino como un entrenador sin corazón que humillaba a Eric. En la caseta, como con Gabriel, quedan muchas horas de vídeo para mejorar y madurar a un chico con un corazón tan grande como lo es su potencial futbolístico. Y quien crea que Bailly es un descerebrado anda muy equivocado. Es un chico inteligente, centrado y con una educación excelente. Su pecado es la juventud.

Ahora se marchará al United por 35 millones. Para mí una operación de matrícula de honor por la que felicitó a Negueroles y también a Marcelino. A Eric le deseo lo mejor. Se lo merece. Ahora solo me queda continuar confiando en el mago Roig Negueroles. ¿A quién nos traerá ahora? Trataremos de contárselo... H