La selección española preparó el encuentro amistoso de este domingo contra Suiza ante 10.000 entregados aficionados en el Estadio de la Cerámica, que vitorearon a los jugadores del equipo nacional, en especial a Andrés Iniesta, premiando con más aplausos que abucheos a Gerard Piqué.

Tras el calentamiento y algunas acciones de llegada puerta, se disputó un partido en medio campo, en el que los porteros fueron Reina y Kepa, mientras que De Gea hizo un trabajo específico.

A continuación, los jugadores practicaron disparos a portería, que también fueron jaleados por los asistentes, la mayoría de ellos familias con niños.

La sesión de entrenamiento concluyó con aplausos de los jugadores a la afición y de la afición a los futbolistas, que saludaron a los participantes en LaLiga Promises, que presenciaron el entrenamiento desde las gradas.

La selección llegó a Castellón en la mañana del sábado y tiene previsto regresar a Madrid este domingo tras la conclusión del partido.