Volvió la selección española a Saint-Denis nueve meses después de su eliminación de la Eurocopa y salió esta vez de allí dejando un aroma muy distinto, con una gran inyección de ilusión cara al futuro, después de imponerse de forma concluyente a una Francia no tan temible como se suponía. Favorecida la Roja, eso sí, por decisiones arbitrales claves sostenidas en las demostraciones del VAR, el videoarbitraje que volvía a utilizarse de acuerdo con las federaciones implicadas. Primero llevó al colegiado alemán Zwayer a anular un gol a Griezmann, después le confirmó la existencia del penalti a Deulofeu que precedió al gol de Silva y más tarde le llevó a corregir a su linier para dar validez a un tanto del extremo del Milan que había sido invalidado por fuera de juego.

Un accidentado desenlace que no obstante sirvió para reflejar los méritos del equipo español, que dejó al francés con las ganas de reafirmar la progresión de sus jóvenes valores cara el Mundial de Rusia 2018 en su vuelta también al escenario de donde se marchó hundida en la final de la Eurocopa del verano pasado.

También echó la actuación española un manto de oscuridad sobre la aparición de Mbappé, a quien Deschamps hizo estrenarse como titular en el santuario francés al lado de Griezmann y Gameiro. La perla del Mónaco no tardó en reclamar toda la atención para rozar el que hubiera sido su primer gol con la camiseta francesa. Lo evitó con el pie De Gea tras el remate de primeras del jovencísimo delantero a centro de Kurzawa, en la segunda llegada de Francia, lo que anticipaba fuertes quebraderos de cabeza para la defensa española. Lo pareció confirmar cinco minutos después un testarazo de Koscielny en una falta sacada por Griezmann. Cantaba ya gol todo el estadio cuando Gerard Piqué sacó el balón que se colaba.

POSESIÓN Y PROFUNDIDAD / Un inicio preocupante para Lopetegui y los suyos, que afortunadamente pudieron empezar a abonar el terreno de la forma en que lo habían planificado, a través de la posesión que a Francia no le importó en absoluto cederles y con muy buena disposición para la presión y la pronta recuperación de la pelota ante un rival replegado sin ningún rubor. Con la entrada en el equipo español dde Koke, Isco, Pedro y Morata en lugar de Thiago, Silva, Vitolo y Costa, el equipo español se apropió también de la pelota, la administró con paciencia, utilizó bien las bandas, sobre todo la derecha con el despliegue de Dani Carvajal y Pedro, y minimizó a Francia, claramente dispuesta al acecho para soltar zarpazos, pero imposibilitada durante mucho tiempo de desarrollar su plan.

Iniesta estuvo a punto de marcar tras recoger un despeje y quitarse de en medio a tres rivales, Koke y Morata no llegaron por poco a rematar un centro de Pedro y otra irrupción de Iniesta en el área tuvo tufo de gol tras un gran servicio de Pedro, pero Lloris desvió su remate. Al margen, una presunta falta de Piqué al portero invalidó un tanto del azulgrana Sergio Busquets.

GOL ANULADO / Un par de contras volvieron a inquietar a De Gea antes del descanso y algo más después ante la salida impetuosa de Francia, ya mucho menos inclinada al repliegue. El árbitro anuló el gol al colchonero Griezmann y eso resultó definitivo para que España volviera a coger la manija con seguridad, ya con Thiago y Silva en el centro del campo de la Roja en lugar de Iniesta e Isco. Pero la incorporación decisiva fue la de Gerard Deulofeu, que nada más salir al césped del estadio de Saint-Denis provocó el penalti marcado después por David Silva (m. 68) y diez minutos después clavó el segundo a pase de Jordi Alba, con el fuego de la polémica nuevamente atizado por la correción de Zwayer a su juez de línea, que había levantado el banderín erróneamente en el tanto que rubricó el triunfo.