El brillo de la Rojita en el Europeo sub-21 se apagó ante Alemania, que levantó en Cracovia su segundo título continental de la categoría después de desactivar las mejores armas del equipo de Celades. España, que había ganado las tres últimas finales disputadas, se quedó sin igualar a Italia como máximo detentador de títulos, cinco. Un gran cabezazo de Weiser poco antes del descanso dio el triunfo al equipo alemán ante un rival que no encontró soluciones para voltear la situación.

La selección española no pudo mantener durante mucho tiempo la actitud agresiva y mandona con la que encaró el encuentro, con presión alta y la idea de adueñarse de la pelota. Se quedó en una simple declaración de intenciones porque muy pronto cambió radicalmente el sentido del choque. Alemania no tardó en sacudirse la tentativa de intimidación.

SIN CONEXIÓN / La que había pasado a presionar arriba con mucha mayor eficacia era la selección germana, que no se inmutó por un cabezazo de Bellerín ligeramente desviado tras un gran centro de Ceballos, y complicó cada vez más la salida del balón a España. Los problemas para superar la primera línea de presión alemana fueron en aumento y se agudizaron en la recta final del primer tiempo. Meré enmedó ante Meyer un gravísimo error de Jonny, pero Kepa no pudo hacer nada instantes después para desviar el extraordinario cabezazo de Weise tras la enésima recuperación alemana en campo español (m. 40).

Un latigazo de Saúl en el inicio de la segunda parte pudo haber cambiado el guión, pero no decayó el empuje y el vigor físico de la selección germana y volvió a verse maniatada España, que se encontró de nuevo sin claridad para progresar hacia el área rival y concedió un buen puñado de ocasiones a Alemania, que desaprovecharon Gnabry, dos veces, y Kempf.

Entraron Williams y Mayoral por Sandro y Llorente, pero quien más cerca estuvo de restablecer el equilibrio fue Ceballos. El último cartucho lo quemó Deulofeu cambiado de banda, con recorte hacia dentro y disparo desviado a córner y tiempo todavía para buscar la igualada. Pero en el cuarto de hora largo que quedaba España no fue capaz de arañar a una Alemania muy sólida y sin fisuras.