Roland Garros ha abierto sus puertas en las peores condiciones que podían esperarse. Con frio, lluvia y viento. Un clima inédito que ha obligado a estrenar el primer día el techo retractil de la nueva central Phillipe Chatrier que han estrenado el belga David Goffin y el jóven italiano Jannik Sinner. En las pistas exteriores se ha empezado a disputar el resto de la programación de partidos con los tenistas abrigados como si estuvieran en pleno invierno.

Bajo esas condiciones la tenista bielorrusa Vitoria Azarenka que abría la jornada en la segunda central Suzanne Lenglen, descubierta y sin público en las gradas, se ha marchado de la pista a los 20 minutos de inciar su partido ante la tenista montenegrini Danka Kovinic cuando dominaba por 2-1. La exnúmeero 1 mundial y reciente finalista del Abierto de Estados Unidos se ha marchado de la pista tras argumentar a la juez de silla que estaba "congelada de frío. Hace ocho grados y no se puede jugar". Posteriormente, una hora después, Azarenka y Kovinic han vuelto a la pista para seguir el partido.