Será la liga más vista y con más ingresos del mundo, pero a día de hoy la Premier no tiene su mejor escaparate en el derbi del norte, el clásico por excelencia de Inglaterra.

Por más que Louis van Gaal se empeñara en vender el triunfo de ayer en Liverpool como un gran triunfo e ilusionante para los seguidores del Manchester United, lo cierto es que el 0-1 registrado en Anfield resultó deprimente tanto para los derrotados como para los vencedores, que aparte de los tres puntos tuvieron pocos motivos para celebrar nada, más allá de dar gracias por tener a Rooney, el verdadero clásico de la Premier League.

“Le pedí que marcara y ha anotados muchos goles en los últimos partidos”, explicó el técnico holandés, concediéndose el mérito de que el delantero inglés sume cuatro tantos en los cinco últimos encuentros. El de ayer, de volea a bocajarro tras un remate de cabeza de Fellaini al larguero, resolvió un duelo que si llegó con empate al minuto 78 fue únicamente por la buena actuación de David de Gea, que frustró los envites del Liverpool, especialmente los de Emre Can y Firmino. El Liverpool tuvo más el balón y creó más ocasiones. “No creo que De Gea haya hecho mucho, dos o tres balones que ha tenido que parar, pero es lo que tiene que hacer un portero”, disimuló Van Gaal ante la incredulidad de todos los presentes.

Siguiendo esa lógica, lo que tiene que hacer un delantero es marcar, y Rooney lleva 14 temporadas haciéndolo. El menudo inglés, que no encadenaba cuatro partidos marcando desde el 2012, se convirtió ayer en el máximo goleador para un mismo equipo en la historia de la Premier: 176 ha logrado para los red devils (con el Everton firmó otros 15 en sus dos primeras temporadas), con lo que supera los 175 de Thierry Henry con el Arsenal, muy lejos ya de los 148 de Alan Shearer con la camiseta del Newcastle.

ALEGRÍA // “Es una sensación especial, por supuesto. Hacía mucho que no marcaba en Anfield”, recordaba Rooney, criado en la otra orilla del Mersey, y por lo tanto especialmente motivado contra los reds. “La actuación no es hoy lo importante, sino el resultado”, añadió, reconociendo que el juego desplegado no es el esperado en uno de los clubs más importantes del mundo. Tampoco es digno del Liverpool el punto sumado en las tres últimas jornadas, que le dejan noveno a ocho de la Champions (el United ya es quinto a dos y a siete del liderato). La llegada de Jürgen Klopp al banquillo en sustitución de Brendan Rodgers no ha resuelto los problemas de los reds, que en las dos últimas temporadas han perdido sus cuatro duelos ligueros ante el United. H