Los hay que empiezan a estar más preocupados por el próximo Mundial de motociclismo que por la recta final de la presente temporada. No solo porque ven como más que probable campeón del mundo al catalán Marc Márquez (Honda), con 52 puntos más que el italiano Valentino Rossi (Yamaha) y 66 por encima del mallorquín Jorge Lorenzo (Yamaha), sino porque le ven como gran dominador de la presente década (si vence habrá ganado tres de los últimos campeonatos) y, encima, a lomos, esta vez, de una Honda que no ha sido la mejor moto de esta temporada.

DUELO ENTRE COMPAÑEROS

Mientras Márquez encuentra el momento ideal para coronarse tricampeón (más probable Phillip Island que Motegi), Rossi y Lorenzo, separados por solo 14 puntos cuando restan 100, han empezado una lucha que podría ensuciarse tanto dentro como fuera de la pista por el subcampeonato, pues el ‘Doctor’ quiere demostrar que Yamaha ha hecho bien en renovarle dos años más, pese a sus 37 años, y Lorenzo desea abandonar la firma de los diapasones como nº 1.

Entretando y, tal y como acaba de reconocer una de las voces más autorizadas del ‘paddock’, el italiano Carlo Pernat, manager de Andrea Iannone y uno de los impulsores del fenómeno Rossi, “Valentino empieza a inquietarse porque Yamaha no tiene aún lista la moto del próximo año”. En efecto, en ese sentido, Honda lleva ventaja a Yamaha, ya que tanto Márquez como su compañero Dani Pedrosa ya han probado en Misano hace quince días el primer prototipo del 2017 y ayer mismo, en Motorland, rodaron ya con la segunda versión del futuro motor de la RC213V.

RETRASO DE CARA AL 2017

Yamaha no ha tenido más remedio que reconocer que van con retraso, que no tendrán la M1 del 2017 hasta el día después de concluido el Mundial, es decir, hasta el lunes 14 de noviembre, en Cheste (Valencia), cuando Honda probará su tercera versión de la moto del año que viene. Eso sí, más tarde, Yamaha podrá seguir entrenando los días 23 y 24 de noviembre en Sepang (Malasia). El italiano Maio Meregalli, ‘team manager’ de Movistar-Yamaha, ha reconocido a ‘La Gazzetta dello Sport’ que el retraso es debido a motivos técnicos.

“No vamos a vivir una revolución en la moto del año que viene, pero sí una evolución muy importante. Digamos que nos falta algo de potencia en alto, pues a nivel de tracción y manejabilidad estamos bien”, señala Meregalli, mientras que Rossi, en efecto, muestra su preocupación por el hecho de que Yamaha lleve siete carreras sin ganar. “Tenemos que saber por qué éramos los mejores en el inicio de temporada y ahora no lo somos. Debemos trabajar duro para mejorar y, sobre todo, para poner las bases para el 2017. No es que nosotros hayamos entrado en crisis, es que la Honda ha mejorado mucho en las últimas carreras”.