«No queda otra que volver a empezar», manifestaba Rubén Fonte, el domingo todavía en el Luis Suñer Picó, para verbalizar el estado de ánimo del Castellón, que puso fin a una trayectoria de 22 jornadas sin conocer la derrota, cinco meses. «Se acabó la racha, aunque era algo anecdótico... Borrón y cuenta nueva», añadía el delantero, molesto con el árbitro («se ha dejado influenciar por el banquillo y el público del Alzira», afirmaba). «No queda otra que seguir trabajando, más fuerte aún, para resarcirnos el domingo», subrayaba, reduciendo el KO frente a los de Dani Ponz a «un mal día».

El atacante, a quien le anularon un gol (a 10 minutos del final, habría supuesto el 2-1), manifestó que «perder siempre duele». «A mí me jode muchísimo, me da igual aquí que en la jornada 1», agregaba.

El Castellón pone su cuenta a cero. El domingo recibirá al Torrevieja, que está ocho puntos por debajo de la salvación, con la baja del sancionado Clyde Esssomba, expulsado en Alzira, en el minuto 89, por doble amonestación.