Castellón, con Benicàssim como cuartel general, ha sido su casa durante las últimas jornadas. Tras la final de la Champions League, en la que cayó con el Liverpool ante el Real Madrid y donde tuvo que retirarse antes del descanso por lesión, Mohamed Salah ha encontrado, de la mano de su fisioterapeuta y amigo Rubén Pons —el fisio de los reds—, la paz que necesitaba para acelerar su proceso de recuperación, para partir hoy mismo hacia la concentración con la selección de Egipto.

Mohamed Salah estará en el Mundial (esperan que al 100%) al que llegará procedente de la terreta. Tras la confirmación de la federación egipcia de su presencia con el combinado que dirige Héctor Cúper, los servicios médicos de su club, en la persona del fisioterapeuta benicense Rubén Pons, hombre de confianza del crack, se pusieron manos a la obra para agilizar la puesta a punto del que es, sin lugar a dudas, la gran estrella del combinado faraónico.

El extremo internacional egipcio, que sufrió una lesión (diagnosticada como esguince de su hombro izquierdo) en la final de la Champions disputada en Kiev en un lance con el madridista Sergio Ramos, llegó hace una semana, el martes pasado, a Benicàssim para iniciar un tratamiento supervisado por el cuadro médico del Thalasso Hotel Termas Marinas El Palasiet, donde Salah se ha sometido a una doble sesión diaria de neuromodulación, punción seca y terapia manual, además de practicar la talasoterapia con agua del mar a la temperatura ideal y paseos por la playa... Un tratamiento que recuperará al crack en tres semanas.

«La federación de fútbol repite que Salah estará en la Copa Mundial si Dios quiere y no se ausentará más de dos semanas», afirmó el organismo egipcio de fútbol en su cuenta de Twitter, citando la reunión mantenida entre su presidente (Hani Abu Reda) y el médico de la selección (Mohamed Abu Leila) con el futbolista y que se desarrolló en el Palasiet.

Reunión en la cumbre

Abu Reda y Abu Leila se desplazaron desde Italia hasta Castellón la semana pasada, donde los faraones estaban concentrados a la espera de jugar un amistoso contra Colombia. Egipto hará una escala en El Cairo antes de poner rumbo a Rusia, donde debuta el 15 de junio frente a Uruguay. Salah podría no llegar a tiempo para el estreno en el Mundial, pero sí que se le espera para los dos siguientes compromisos de la fase de grupos, contra la anfitriona, el día 19, y frente a Arabia Saudí, el 23, en los que los faraones apurarán sus opciones de acceder a la ronda de octavos de final.

Si el egipcio consigue ser protagonista en el Mundial de Rusia con la selección norteafricana, Mohamed Salah tendrá mucho que agradecer los cuidados recibidos en Benicàssim, donde ha saboreado de la gastronomía y del buen clima de la provincia.