La llegada del CD Castellón a Segunda División no solo comportará cambios en la primera plantilla y en las oficinas del club sino también en la estructura de la parcela técnica del primer equipo. La exigencia deportiva será mucho mayor ahora que se ha conseguido regresar al fútbol profesional tras diez temporadas entre Segunda B y Tercera, de ahí que los dirigentes albinegros quieran dar un salto cualitativo a su estructura.

Uno de los primeros movimientos que se han producido es la llegada de un entrenador de la plena confianza de Óscar Cano, que ejercerá de asistente técnico y ayudante del preparador granadino en el día a día. Se trata de Matías Ramírez (Granada, 1964), una persona que ha sido mano derecha del actual entrenador albinegro en temporadas anteriores y que ya trabaja con el primer equipo desde hace un par de días.

Cano y Ramírez no solo se conocen por ser nacidos en Granada sino también por haber coincidido en la selección nacional sub-19 de Catar en la temporada 2016/17 y también en el Granada, en el que Cano fue entrenador y Ramírez formaba parte de la secretaría técnica. El tándem vuelve a reencontrarse ahora en el equipo de la capital de la Plana y pasará a formar un trío de garantías junto a Elías Martí, quien seguirá ejerciendo de segundo entrenador así como de responsable de la estrategia del primer equipo como ha hecho hasta la fecha.

Pero la llegada al plantel orellut de Ramírez, entrenador Nacional de Fútbol nivel III con acreditación UEFA, no será la única. Y es que desde la directiva del Castellón se pretende reforzar también la parcela de la preparación física para complementar el trabajo de Sergi López con un readaptador que esté a disposición de los jugadores del primer equipo en el día a día, así como otro miembro para los servicios médicos que ayuda en su labor a los doctores Félix Martín y Santiago Rincón.

En principio, Carlos Gómez continuará como entrenador de porteros, Delfín Babiloni como analista, y Cristian Contador y Josep Martí como fisioterapeutas.